Un Blablacar a la guipuzcoana

un día como hoy hace 25 años la ONU declaró el 22 de septiembre como el Día Mundial Sin Automóvil. La cultura verde ha ido evolucionando con la entrada del nuevo siglo, pero la realidad es que las carreteras se han poblado de vehículos, hasta en el día en el que reivindica dejar de usarlos. Las iniciativas que invitan a dejar el coche en el garaje y buscar otras formas de desplazarse se aplican a cuentagotas. Una de las más interesantes de los últimos años se ha puesto en marcha en Gipuzkoa, concretamente en Beasain.

Publicar una ruta, buscar coincidencias y compartir coche con otras personas en el día a día. Esta es una opción real desde que en octubre de 2022 el Ayuntamiento de Beasain pusiera en marcha la aplicación ParteCar, pionera en el País Vasco. Desde entonces, decenas de usuarios disfrutan de los beneficios que ofrece la app, con la que se han realizado hasta el momento 5.747 viajes compartidos.

Oneka Sánchez es una de las beasaindarras que hace uso de la aplicación con asiduidad. De hecho, ha sido la usuaria que más distancia ha recorrido como conductora en la campaña del mes de junio, con un total de 306 kilómetros completados. «Llevo un año utilizándola activamente para hacer viajes compartidos», expresa Oneka. La joven beasaindarra confiesa que no fue ella la que descubrió la aplicación, sino su madre. «Me la enseñó ella, vio el anuncio en uno de los paneles informativos del pueblo y me la aconsejó».

Este descubrimiento coincidió con el inicio de los estudios de Oneka en la Universidad de Oñati. «Teníamos los grupos de clase creados y decidí compartir la aplicación con mis nuevos compañeros que también viven en Beasain». Oneka y sus compañeros llevan ya un año compartiendo coche para acudir a sus clases. «Al principio éramos cinco en el coche, pero alguno ha dejado la carrera y ahora somos dos», cuenta la beasaindarra. Junes Arina, también de Beasain, comparte coche con Oneka todos los días para asistir a sus clases de universidad en Oñati.

Las razones para utilizar la aplicación son convincentes. Tiene un impacto muy positivo en el medioambiente, pero también en los bolsillos de los usuarios. «Ahorras bastante dinero y, además, es una forma de viajar mucho más sostenible», asegura Oneka. Los datos respaldan sus afirmaciones. Desde la publicación de la app hace dos años, se han ahorrado 35.569 kilogramos de CO2 en emisiones. La huella de dióxido de carbono queda reducida gracias a esta aplicación. Además, se estima que ha supuesto una gran diferencia en los gastos de los usuarios, que han ahorrado hasta 35.560 euros con estos desplazamientos compartidos.

La practicidad es otro de sus puntos fuertes. Tiene un funcionamiento muy sencillo. «Como conductora, diseño la ruta y la app busca coincidencias con otros usuarios. La propia aplicación me recomienda los precios, pero se pueden cambiar por costes adicionales como los peajes. Después, una simple solicitud basta para conectar con otras personas», explica Oneka. El precio de cada viaje ronda los cuatro euros.

Esta aplicación representa una alternativa muy atractiva para localidades como Beasain, en las que el transporte público puede no ser suficiente para cubrir las necesidades de desplazamientos de sus habitantes. «Fomentar el transporte público está bien, pero por ejemplo, para ir de Beasain a Oñati es muy difícil conseguir cuadrarlo con tus horarios. En ese sentido, el coche es mucho más cómodo», admite Oneka Sánchez.

La beasaindarra cree que se ha producido un cambio de mentalidad entre las personas de su franja de edad. «Ya no hay tanta prisa para sacarse el carné. El coche propio sigue siendo predominante, pero compartirlo es una opción cada vez más usual». Entre los usuarios, este cambio de perspectiva es bastante frecuente. «Las personas con las que comparto trayectos están muy concienciadas de las ventajas de este tipo de transporte. Tenemos muy presente la idea de compartir coche además de tener uno propio»

.

Más allá de los datos generales obtenidos por la aplicación, Oneka y su compañero de viaje aportan su granito de arena al medioambiente en cada trayecto. Hacer un desplazamiento desde Beasain a Oñati en lugar de dos supone un ahorro de 10 kilogramos en emisiones de CO2. Teniendo en cuenta la vuelta, se emitirían 20 kilogramos menos al día. Un ahorro de 400 kilogramos al mes.

Además del favor al planeta que supone este gesto, los bolsillos de cada pasajero también se ven beneficiados. En lugar de dos, solo se moviliza un coche, por lo que se dejan de gastar alrededor de seis litros de gasolina al día. Esta cantidad, traducida a dinero, supondría un ahorro de ocho euros por viajero. Teniendo en cuenta que se trata de un viaje casi diario, la suma ascendería a casi 90 euros mensuales. Estas cifras corresponden al ahorro que supone un único coche compartido. Los números se verían multiplicados si esta práctica se expande. En este caso, la reducción de la huella de carbono podría llegar a ser considerable.

Además de los beneficios medioambientales y económicos que tiene esta iniciativa, la duración del viaje es otro importante factor a tener en cuenta. Por ejemplo, el trayecto desde Beasain a Oñati, cubierto en transporte público, superaría la hora de un viaje que incluye el desplazamiento en tren de Beasain a Zumarraga y el del bus desde Zumarraga a Oñati. En coche, la duración del viaje no alcanza la media hora. Se trata de una diferencia considerable que la convierte en una opción muy interesante para aquellas personas que no gozan de buenas conexiones.

• Temas
• dióxido de carbono
• Bidegi