«Soy buena jueza por tratar bien a la gente pero un hombre, por sus conocimientos»

Macarena Tejada

San Sebastián

Lunes, 16 de septiembre 2024, 00:13

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Ane Fadrique, magistrada titular del juzgado de Instrucción número 4 de Irun, encargado de recibir los asuntos relativos a la violencia machista, está «cansada» de algunas actitudes machistas que observa en el día a día. Forma parte de las nuevas generaciones, es más, en Irun son cuatro mujeres frente a un hombre. «Somos la mayoría, pero eso no se representa en la cúpula del poder judicial», lamenta. «Estamos lejos de alcanzar una igualdad material real», y admite que ella «sí» se ha sentido discriminada por ser mujer en alguna ocasión. «Y si a eso le añades que soy joven, ganarse la autoridad de ciertas personas algunas veces nos cuesta más». Por ejemplo, está «cansada» de que se le acerquen y le digan que es «buena jueza por tratar bien a la gente y a los jueces hombres se les elogie por sus conocimientos. Parece mentira, pero romper esos techos de cristal requiere de una valentía para ser respetada en la profesión. Y desde luego no se nos exige lo mismo a las mujeres juezas que a los hombres».

En estos cuatro años que lleva ejerciendo como magistrada, Fadrique, experta en casos de violencia de género, ha vivido diferentes anécdotas. «No es lo mismo que un detenido de origen extranjero, por la cultura y la educación que ha recibido, se encuentre con un juez hombre o con una mujer. Parece que un varón le impone más, mientras que nosotras tenemos que ganarnos esa autoridad, tenemos que demostrar. A veces también supone enfrentarse a personas que quizá admirabas pero que han cometido actuaciones machistas frente a ti».

Sea como fuere, lo que tiene claro es que «a la hora de juzgar o instruir con perspectiva de género, no es lo mismo ser una mujer que un hombre. La experiencia vital que has vivido como mujer marca». En ese contexto, insiste en que «todavía hay mucho por hacer. Tenemos mujeres con capacidad más que acreditada para ocupar muchos cargos en la institución. Lo de Perelló es un paso adelante, pero llega tarde. Este nombramiento tenía que haber venido muchos años antes».