Buscan a un condenado por el crimen de Otxarkoaga tras no regresar a Ibaiondo

El joven, que ha cumplido los 18 este año, está recluido desde 2018 tras ser condenado a 6 años de internamiento en Ibaiondo –el único de régimen cerrado del País Vasco– por el asesinato de dos personas octogenarias, Rafael y Lucía, en enero de ese mismo año. Entonces tanto él como el otro menor condenado tenían 14 años.

Según ha podido confirmar este medio, el joven falta en el centro de internamiento desde el pasado 1 de noviembre, cuando debía regresar tras disfrutar de un permiso. Tras conocerse lo sucedido, el protocolo establece que el centro debe avisar inmediatamente a las autoridades competentes, en este caso, el juzgado de menores que autorizó la salida, la Fiscalía de menores y la Ertzaintza, para proceder a emitir una orden judicial de localización, detención y presentación de la persona en el juzgado. Además, según diversas fuentes consultadas, en el caso de las personas internadas en Ibaiondo –el único centro para menores de Euskadi con régimen cerrado– también se avisa a su entorno familiar por si ayuda en la búsqueda y le persuade para regresar, puesto que las consecuencias en caso de «no retorno» al centro son distintas a una «fuga», una tipificación diferente –según las mismas fuentes–, que se establece en el caso de la justicia juvenil.

El joven, que fue condenado junto a otro menor por el doble asesinato, continúa internado en Ibaiondo, aseveran las mismas fuentes, que no descartan que en algún momento se haya sopesado su traslado a un piso tutelado.

En el centro de Zumarraga, una vez cumplida la mitad de la pena, la jueza de menores le había empezado a conceder permisos, los últimos cada quince días, desde hacía diez meses. A principios de año, abandonó por primera vez el centro de internamiento durante unas horas en dos ocasiones por decisión del equipo psicosocial que le valora. Entonces fueron «salidas muy medidas», de algunas horas. Y en ellas, el va acompañado de educadores. Conforme han avanzado los meses, los permisos se han ampliado hasta este momento, en el que el joven tenía autorizadas salidas un fin de semana de cada dos a su entorno familiar. Pero en la última, que coincidió con el puente de Todos los Santos, no regresó al centro el lunes 1. Otras fuentes del entorno aseguran que ya vivía en un piso tutelado en régimen de semilibertad. «Nadie se lo esperaba porque lo estaba llevando muy bien. El cambio de régimen había sido adoptado por unanimidad», señalan.

El chaval lleva internado en Ibaiondo desde enero de 2018, tras ser detenido junto a otros dos menores –el de 16 años fue absuelto– por el asesinato de Lucía y Rafael, dos ancianos de 89 años a los que golpearon y robaron tras colarse por una ventana en su domicilio de la calle Zizeruene, del barrio bilbaíno de Otxarkoaga, el 18 de enero.

La familia de las víctimas se encuentra «muy disgustada con la Justicia porque no ha respetado el nombre de Lucía y Rafael. Ni tan siquiera se cumplen las condenas siendo irrisorias. ¿Qué mensaje damos a la juventud y a la sociedad en general?», se pregunta una nieta de los ancianos en declaraciones a este periódico, que no oculta que sienten «miedo».

El caso está considerado como uno de los más graves de la historia reciente del crimen protagonizado por menores en España. Los dos chicos fueron condenados a la pena máxima que prevé la Ley del Menor para jóvenes infractores de entre 14 y 15 años. El tercer presunto implicado quedó absuelto.