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Las dos caras de Jano

El árbol de la ciencia ·

Domingo, 16 de agosto 2020, 07:56

La Medicina es la profesión más hermosa. El doctor Carlos Elósegui la definió con belleza poética: «El día en que se encontraron una persona que sufría con otra que le escuchó con afecto, nació la Medicina». Medicina es escucha y empatía. Y como disciplina científica, ... Medicina es también duda. Contrasta hipótesis para avanzar en el conocimiento y llegar a la verdad objetiva. La Medicina es decisiva en momentos de zozobra para la humanidad, como las pandemias. No hay más que ver el abnegado esfuerzo del personal sanitario durante la Covid. Su rol a lo largo de la historia es más incierto. La peste antonina (probablemente viruela) azotó al Imperio Romano a mediados del siglo I. Murió un tercio de la población, entre ellos el ilustrado emperador estoico Marco Aurelio. Galeno, el médico más brillante del mundo romano, atendía a la familia imperial. ¿Qué hizo durante la pandemia? ¿Se limitó a describirla, como afirman reputados historiadores, o se implicó en su solución, como asegura Santiago Posteguillo? El conocimiento médico de la época, limitado y condicionado por supercherías, apoya la primera opción, ya de por sí meritoria.

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