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Los usuarios de la carretera de la costa (N-634) tendrán que tener paciencia porque el tramo entre Deba e Itziar seguirá cerrado al menos hasta junio. El «riesgo potencial» de que se produzcan nuevos derrumbes sobre la calzada debido a la «inestabilidad» que presenta el talud afectado por un desprendimiento el pasado enero obliga a mantener el corte total al menos dos meses más. Desde la Diputación confían en poder abrir un carril a mediados de junio, pero avanzan que no será hasta otoño cuando la vía pueda reabrirse en su totalidad.
La N-634 entre Deba e Itziar permanece cortada desde el pasado 30 de marzo por los trabajos que se están realizando en la zona para la estabilización del terreno tras el desprendimiento ocurrido a finales de enero a la altura del mirador de la Hilandera. A pesar de las actuaciones realizadas hasta la fecha en este punto, técnicos de la Diputación han detectado nuevos movimientos de tierra con «riesgo potencial» de alcanzar la carretera, una vía con dos carriles, uno por cada sentido de circulación. Ante esta situación, el departamento de Infraestructuras Viarias ha decidido mantener el cierre total de este tramo al menos hasta junio y «en todo caso hasta que se pueda garantizar la seguridad total de la zona».
Los técnicos de la Diputación, mediante instrumentación topográfica, han detectado presencia de grietas, filtraciones de agua y movimientos en el talud. Además, están monitorizando los movimientos de la ladera y se han instalado una serie de «dianas de control topográfico», con el objetivo de controlar las posibles deformaciones tanto en la ladera como en la zona en la que están acometiendo los trabajos. «El volumen del terreno movilizado y la velocidad de deformación hacen inviable reabrir la vía con garantías en este momento», ha señalado el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Felix Urkola. Si bien a mediados de junio se podrá abrir uno de los carriles -siempre y cuando no haya nuevos contratiempos- la fecha de la reapertura total «dependerá del desarrollo de las obras, del comportamiento del terreno y del tiempo», aunque en cualquier caso «no será posible antes de otoño», ha indicado Urkola.
La Diputación ha aprobado un presupuesto de 1,8 millones de euros para acometer esta actuación de emergencia. A los 600.000 euros destinados inicialmente se ha sumado un gasto adicional de 1.214.834 euros, aprobado por el Consejo de Gobierno Foral para completar la intervención en su conjunto en este tramo.
Una vez completada la primera fase de las obras, que ha consistido en la retirada de la calzada de la masa delizada por el derrumbe (tierra, árboles y otros material) y actuar sobre la zona más comprometida de la ladera, en las próximas semanas arrancará una segunda etapa de estos trabajos. Según indica la Diputación, se acometerán obras de sostenimiento en el extremo oeste del talud con el objetivo de poder abrir un carril con paso alternativo a partir de mediados de junio, «siempre y cuando las condiciones del terreno y la meteorología lo permitan». Estos trabajos contemplan gunitado, anclajes con bulones de 12 metros y una pantalla doble de micropilotes de 50 metros, con lo que se busca frenar el avance del deslizamiento. En una fase posterior se colocará un sistema de contención de malla reforzada con bulones.
La Diputación ha advertido que, pese al cierre total en este tramo y la señalización instalada, se han detectado «pasos frecuentes» de coches y camiones, así como de ciclistas, senderistas y peregrinos por la zona afectada. Por eso, ha hecho un llamamiento urgente a la responsabilidad ciudadana, ya que la presencia en el entorno puede ser peligrosa debido al riesgo de nuevos derrumbes.
Urkola ha indicado que «sabemos que este corte total supone un gran trastorno para los habitantes de Deba, para el polígono industrial de Itziar, las empresas de los alrededores y para los barrios afectados. Somos muy conscientes del impacto que tiene esta medida, pero la prioridad en estos momentos debe ser la seguridad».
En este sentido, ha pedido «máxima prudencia y colaboración». «Desde el primer momento hemos activado todos los recursos disponibles y seguimos trabajando para recuperar la normalidad lo antes posible. Esta actuación de emergencia se refuerza ahora con más medios, porque la magnitud del deslizamiento ha resultado ser mucho mayor de lo que se pudo prever inicialmente», ha explicado.
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