Varias personas pasean con mascarilla en San Sebastián. MICHELENA

Confiar para reconstruir

el árbol de la ciencia ·

La confianza, base de la cooperación y el progreso, es la vía para alcanzar una rápida recuperación económica y social

Domingo, 11 de octubre 2020, 08:54

La reconstrucción económica y social tras el azote del Covid pasa por recuperar la confianza, quebrada en muchos aspectos de nuestra vida. La confianza interpersonal y, especialmente, la confianza en la política son dos ejemplos. El concepto de confianza puede medirse de modo fiable. Hace ... unos años se realizó una encuesta internacional con una pregunta: ¿Confía usted en la gente? Las opciones eran sí o no. En Estados Unidos, el voto afirmativo se correlacionaba con una serie de indicadores: mayor crecimiento económico, menor criminalidad, mayor participación en elecciones y actividades sociales, mayor filantropía, mayor nivel académico y mayor longevidad y salud de los ciudadanos. En otras palabras, cuanto mejor funcionaba la sociedad, más se confiaba en la gente, y viceversa. Lo más destacable de la encuesta fue la existencia de un gran índice de confianza que englobaba al resto. El índice medía la diferencia en ingresos entre los más ricos y los más pobres de una comunidad. Es decir, reflejaba la desigualdad y cuanto mayor era, menor era la confianza entre sus miembros. Esta brecha, ya amplia a resultas de la pasada crisis financiera, aumentará con la recesión por la pandemia, acarreará más desconfianza y minará el capital humano y social.

Publicidad

A causa de la imprevisión, la improvisación y las luchas partidistas por anteponer la ideología a la ciencia para gestionar la pandemia, la política (en abstracto y sin generalizar) es la gran damnificada por la desconfianza. El manifiesto 'En la salud, ustedes mandan pero no saben', suscrito por 55 sociedades científicas, resume con acierto el pensar de la ciencia médica. Y la carta de dimisión del doctor Bouza, la reflexión del actor JM Pou y el demoledor artículo 'Bailando con la muerte' en The Economist deberían sonrojar a más de uno. Si quiere recobrar el crédito (la sociedad lo necesita con urgencia), la clase política debe trabajar con ahínco la empatía y la coherencia personal. El psicólogo D Keltner constató que los sujetos con mayor status de poder prestan menos atención a personas de rango inferior en entrevistas cara a cara, lo que denota una limitada empatía, comprensión y conciencia social. Keltner asegura que quien ostenta el poder ignora cómo afectan sus decisiones a la vida de la gente corriente. Este sesgo cognitivo promueve la desafección política. Y también lo hace la incoherencia personal de algunos líderes. Si bien la coherencia es arbitraria, el vaivén no razonado de sus decisiones y las conductas disonantes con su discurso político despiertan recelo.

Desconfianza y desigualdad son fuente de desilusión. Los economistas Case y Deaton encontraron que los estados de Estados Unidos con peor índice de confianza e igualdad, tienen una tasa de mortalidad más alta entre sus habitantes blancos de edad media y bajo nivel educativo (no ocurre en negros, hispanos ni otras etnias ni en otros estados). Es un colectivo que trabaja duro por salarios exiguos que no les sacan de la pobreza. La principal causa de muerte era la conducta autodestructiva (suicidio, cirrosis alcohólica y sobredosis de opiáceos). La interpretación plausible es que han perdido la fe en su proyecto vital, el ideal del sueño americano se esfuma. Estas realidades tienen otras consecuencias, como la irrupción del populismo que se nutre de personas decepcionadas con las instituciones democráticas. La mezcla de decepción, rencor y odio agitada por un líder con carisma y buena mano en las redes sociales, se convierte en un cóctel molotov.

A mayor desigualdad en una sociedad, mayor desconfianza entre sus miembrosLa clase política debe trabajar la empatía y la coherencia para recobrar la confianza social

La confianza, base de la cooperación, el comercio y el progreso, es la mejor vía para alcanzar una rápida recuperación de la economía y el bienestar social. PIB más calidad de vida. Los remedios para no erosionarla más deben mitigar la desigualdad, la corrupción y la desesperanza en el futuro. Un apunte: El vocablo «confianza» suele seguirse del calificativo «ciega», cualidad que suscita una paradójica desconfianza por ser sinónimo de falta de crítica, sostén del fanatismo. La confianza debe estar sujeta a crítica y ganarse día a día.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad