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Como si viajara en un vuelo privado. Así se sintió ayer la única pasajera de una de las conexiones entre Hondarribia y Madrid operada ... por Air Nostrum. La donostiarra, que viajaba a la capital por trabajo, contó a sus allegados la extraña experiencia, con una sala de embarque vacía y con la única compañía en la cabina del avión del piloto, el copiloto y dos azafatas. La anécdota da cuenta de la anulación en cascada de reservas en los vuelos, derivadas de la suspensión en empresas de todo tipo de eventos y reuniones de trabajo, del aplazamiento de vacaciones o directamente de la cancelación por decreto gubernamental de las conexiones, por ejemplo, con Italia.
En el caso guipuzcoano, con rutas únicamente con Madrid y Barcelona, la caída de reservas está relacionada sobre todo con motivos laborales. Y ante la previsión de que la epidemia haga caer la demanda de viajeros durante más de un mes, tanto Air Nostrum como Vueling, ya han comenzado a ajustar su programación en Hondarribia. Según información de @donostiair, en la ruta con Madrid se suprimen del 13 al 30 de abril dos conexiones, la de las 17.55 de ida y la de las 16.05 de vuelta; y en la ruta a Barcelona Vueling suprime al menos diez vuelos hasta el 25 de abril.
Esta última compañía ya anunció ayer que permitirá cambiar la fecha de los vuelos reservados hasta el 23 de marzo. Lo hizo pensando sobre todo en la afección por la supresión de rutas con Italia, cinco desde Loiu, que conllevan la cancelación de los viajes procedentes del país transalpino, pero también las idas desde Euskadi.
Y Air Nostrum ha cancelado en todas sus rutas 300 vuelos hasta finales de abril, ante la «drástica» caída del tráfico aéreo en vuelos domésticos y en toda Europa, y ante una situación «dramática y sin precedentes» y «potenciales escenarios aún peores», según teme el presidente de la compañía, Carlos Bertomeu, que en una carta asegura que ahora su «principal prioridad» es la «supervivencia» de la compañía.
Otras aerolíneas lanzan campañas para preservar a sus viajeros, con la opción de que modifiquen las fechas.
Las personas que se encuentren ya de vacaciones con el Imserso podrán terminarlas. El Instituto de mayores y Servicios Sociales aclaró ayer que, pese a la orden de suspender durante un mes los viajes para mayores de 65 años y pensionistas, los que ya están iniciados no se cancelarán. Son unas 60.000 las personas en toda España que se encuentran en estos momentos disfrutando de un viaje, muchos de ellos a la Comunidad Valenciana, donde ya prevén cerrar hoteles en próximas fechas ante la caída de las reservas, tras sumarse además el aplazamiento de las Fallas. Seguirán de vacaciones con supervisión de los equipos médicos.
El Imserso sigue buscando una solución a las devoluciones de los viajes cancelados.
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