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Jornada caótica ayer para los conductores en el corredor noreste de Gipuzkoa, entre Errenteria y la frontera con Francia. Un accidente ocurrido hacia las 9. ... 30 horas entre dos camiones en la AP-8 en sentido Donostia, a la altura de la nueva salida hacia el centro de Irun-Oinaurre, generó retenciones en ambos sentidos de circulación que se prolongaron hasta la media tarde y que llegaron a alcanzar los 8 kilómetros, paralizando por momentos el tráfico entre Urruña y el barrio de Ventas de Irun, y también desde la estación de servicio de Oiartzun hasta la muga. El colapso se extendió a la zona industrial de Zaisa y a la N-121-A hacia Navarra, y afectó como es habitual también a la GI-636.
Cuando los problemas en la autopista no habían finalizado, otro accidente a primera hora de la tarde, esta vez entre dos coches y un camión en la GI-636 a la altura del túnel de Altamira en Lezo, ahondó en el caos circulatorio. Como consecuencia del siniestro la carretera estuvo cortada durante algo más de una hora en sentido Errenteria, lo que provocó colas de hasta 4 kilómetros. La situación se normalizó en ambas vías en torno a las 17.00 horas.
A resultas de los accidentes tres personas resultaron heridas. Uno de los camioneros del accidente en la AP-8, que fue trasladado al Hospital Comarcal del Bidasoa, y dos implicados en el de Lezo: un conductor que fue llevado al Hospital Donostia y otra persona que fue conducida a una mutua. El día comenzó a complicarse a las 9.30, después de que dos camiones chocaran en la AP-8 a la altura de Irun y uno de ellos comenzara a arder. El incidente motivó el corte de la autopista en ambos sentidos durante una hora, generando retenciones de hasta 4 kilómetros en el momento en que se reabrió la circulación en sentido Francia.
Pero el carril derecho en sentido Donostia permaneció varias horas más cerrado, y la acumulación de vehículos y, sobre todo, camiones en ambos sentidos provocó que las colas desde la muga se extendiesen durante 8 kilómetros en ambos sentidos a las 15.30 horas.
El incendio sufrido por el camión ocasionó una densa columna de humo que alarmó tanto a los conductores como a los vecinos de la zona. Al menos tres vehículos del parque de bomberos del Bidasoa acudieron al lugar para sofocar las llamas. El vehículo pesado sufrió importantes daños, pero por suerte no llevaba carga, solo unos pallets y una carretilla. El otro vehículo transportaba turismos de alta gama y afortunadamente no prendió.
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La normalidad no se recuperó hasta las 17.00 horas. Para entonces ya se había producido el accidente de la GI-636 a la altura del túnel de Altamira. Los efectos circulatorios de este incidente dejaron de padcecerse también a partir de las cinco de la tarde.A estos accidentes hubo que añadir otro registrado también en la AP-8 a la altura de Hernani. A las 09.40 horas un camión y un turismo que circulaban sentido Irun colisionaron, lo que obligó a cortar el carril derecho, si bien en este caso no se produjeron retenciones de importancia. Dos personas fueron trasladadas al Hospital Donostia como consecuencia de las lesiones sufridas.
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