Fran y Raquel son padres de acogida desde hace siete años.Fotos Borja Luna
Política social
Crecer con unos padres de corazón
Familias de acogida ·
Beroa celebra sus bodas de plata en una jornada festiva en Donostia con el objetivo de visibilizar el acogimiento familiar de menores en Gipuzkoa. «El mejor regalo es poder acompañar a mi pequeña»
Raquel y Fran observan cómo juega su pequeña Noa -nombre ficticio- en la carpa que la asociación Beroa ha instalado en la plaza Cataluña de ... Donostia. Ella es una de los 350 menores que hay actualmente en Gipuzkoa en situación de acogimiento familiar. Noa llegó a sus vidas con 16 meses, hoy tiene ocho años y «el mejor regalo del mundo es acompañarla», declara esta pareja de Ordizia que supieron de la opción de la acogida «por un reportaje en El Diario Vasco», comenta Raquel. «Intentamos tener hijos de manera biológica y no salió. Pensamos en la adopción y supimos de la acogida. Fuimos a una reunión. Y para adelante», resume.
Estos últimos ocho años han sido «una montaña rusa de emociones», confiesa Fran, convencido de que cada día «merece la pena. No es fácil la crianza, pero como no lo es una paternidad en general, con la particularidad de que en la acogida tu pequeño lleva añadida una mochila».
Han venido a apoyar a la asociación que tanto les está ayudando. Beroa lleva 25 años inmersa en dar apoyo y visibilizar el acogimiento familiar en Gipuzkoa. «Para nosotros supone una ventana imprescindible. Para Noa, porque comparte con otros menores en su misma situación y para nosotros, porque nos recuerda que no estamos solos en este proceso».
Antonio disfruta de una segunda paternidad «con 25 años más».
Noa conoce a su familia biológica. «En nuestro caso se ha podido y a nosotros nos ha facilitado mucho naturalizar y explicar la situación a nuestra hija», comenta Fran. «A Noa se lo explicamos de manera muy sencilla», dice Raquel. «Tiene su madre de vida y su madre y su aita de corazón. Y eso lo tenemos muy naturalizado, tanto ella como nosotros. Le ve a su ama cuando tocan las visitas. Nosotros conocemos a su ama y a su abuela». La pareja no esconde las dudas que tuvieron al comienzo. «Al principio dudas si será bueno o no el contacto con su familia biológica por la situación en la que ha vivido, pero poco a poco te das cuenta de que es lo mejor para todos, que es lo más sano y lo más natural para todos. Siempre va a facilitar todo mucho más, sobre todo para ella».
«Quien tenga la mínima inquietud de acoger, que se informe, no hay un perfil de familia acogedora»
Maite Peña
Diputada de Políticas Sociales
Antonio y su mujer decidieron que la acogida era la mejor manera de ayudar a su nieto Jon-nombre ficticio-. «Ya cuidábamos de él, pero dada su situación familiar veíamos que si no dábamos el paso otra familia se tendría que hacer cargo o tendría que vivir en alguna institución». Para él es una segunda paternidad que vive «con 25 años más». Jon tiene diez años y «nos da mucha vida», afirma con una sonrisa. «Te rejuvenece. Es una nueva relación y oportunidad para él y para nosotros. Era lo que teníamos que hacer y lo hacemos a gusto». Destaca que en Beroa encuentra que «la experiencia de otros te ayuda a ti mismo».
Los tres destacan las bondades del acogimiento familiar. «Hace falta y es una experiencia muy bonita», resume Antonio. «Son niños que necesitan un hogar, una familia y mucho cariño. Por muy bien que estén los centros, por muchos técnicos especializados que tengan, no es un hogar. Necesitan comer con nosotros, cenar, contarte su día a día, los abrazos, los mimos... Todo lo que supone una familia en el día a día».
«Nuestra labor es apoyar a las familias y los menores, hacerles ver que no están solos»
Pedro Pérez
Presidente de Beroa
En la labor de normalizar la situación del acogimiento familiar de menores en situación de desprotección en Gipuzkoa lleva inmersa la asociación Beroa con el apoyo de la Diputación de Gipuzkoa. «Queremos invitar a las familias a que se unan a este movimiento», indica su presidente, Pedro Pérez. «Nuestra misión es acompañar, guiar a las familias y mostrarles cuáles son los posibles problemas y, sobre todo, cuáles son las posibles soluciones. Todo con gente que ya lo ha vivido». La diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, invita a quienes tengan la «mínima inquietud» de participar en el programa a que se informen. «No hay un perfil de familia acogedora voluntaria, todas pueden ser acogedoras».
El reto de aumentar las acogidas de menores de entre 8 y 16 años
Los datos de acogida de menores hasta los 8 años «son muy buenos», dice Maite Peña, diputada de Políticas Sociales. «Ahora lo que queremos es dar el salto con los menores de entre 8 y 16 años. Tenemos ya 40 menores en esta franja de edad que quieren crecer en una familia de acogida y tienen posibilidad de hacerlo», explica. «Gipuzkoa está lista para dar ese salto. La crianza de un menor es complicada y la de un menor con una mochila, también lo es. Pero las familias no van a estar solas».
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