Uno de cada cuatro jóvenes vascos se siente solo. Fotolia

Uno de cada cuatro jóvenes vascos sufre soledad no deseada

El 14,5% de la población de Euskadi se siente sola en este momento de su vida y la mayoría considera que las redes sociales generan «cada vez más» aislamiento

Macarena Tejada

San Sebastián

Miércoles, 13 de noviembre 2024, 17:03

Uno de cada cuatro jóvenes vascos de entre 18 y 34 años se siente solo. Esto es, no ve lo suficiente a sus familiares y amigos o considera que sus relaciones no le aportan lo que necesita. Aunque el sentimiento de soledad no deseada en ... Euskadi es «bastante menor» que en el conjunto del Estado, en la actualidad el 14,5% de la población de siente sola y el 12,1% sufre soledad crónica, según el último 'barómetro de la soledad no deseada en el País Vasco 2024', presentado ayer por las fundaciones de ONCE y AXA. La mayoría de los vascos considera que sentirse solo es «un problema relevante», que afecta sobre todo a los más jóvenes y a las mujeres, así como a quienes tienen alguna discapacidad o trastornos de salud mental.

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El 83,4% de las personas que sufren soledad en Euskadi llevan más de dos años en esta situación, si bien entre los menores de 35 años se extiende durante aún más tiempo. Los motivos son diferentes. Por ejemplo, la calidad y cantidad de relaciones, especialmente familiares, influye en la soledad con una mayor prevalencia en el conjunto del País Vasco que en el resto del Estado, según el documento analizado. Además, quienes se comunican principalmente online con sus familiares y amistades tienen una prevalencia de soledad del 33% y 28,4%, respectivamente. «La presencialidad es importante». Y así lo confirma el 90,2% de los vascos, que considera que internet y las redes sociales han generado «una sociedad cada vez más aislada».

La educación es otro factor clave. Tener educación superior protege de la soledad. El 17,3% de quienes no tiene estudios superiores se siente solo, frente al 11% de quienes tienen estudios superiores. La capacidad económica de cada uno también afecta. Es más, «la brecha de soledad no deseada entre aquellos que tienen y no tienen dificultad para llegar a fin de mes es más pronunciada en Euskadi que en la media estatal».

El lugar de residencia también influye a la hora de sentirse solo y «la soledad en ciudades grandes es mucho mayor». Así, «las personas de municipios mayores de 100.000 habitantes muestran una soledad mucho mayor que la población rural». También se sienten más solas quienes no comparten hogar con nadie.

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Salud mental

El estudio pone de manifiesto que más de la mitad de las personas con discapacidad que vive en Euskadi padece soledad no deseada. Por su parte, la población vasca con una mala salud autopercibida tiene una prevalencia de soledad tres veces mayor que aquella con buena salud (27,8 frente a 8,5). El 43,2% de quienes tiene problemas de salud mental sufre soledad. Aunque son casi la mitad, es un porcentaje menor que el del conjunto del Estado, que se sitúa en el 49,8%.

El trabajo se fija también en la procedencia de los ciudadanos y el sentimiento de soledad no deseada. Así, la brecha de soledad no deseada entre quienes tienen y no tienen origen extranjero es de 17,8 puntos porcentuales en Euskadi.

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