«En honor a los niños que luchan contra el cáncer»

Los participantes completaron un tramo de más de 6 kilómetros por el litoral donostiarra, que partió desde Sagüés y llegó a los pies de Ondarreta. El evento estaba programado para las 11.00 de la mañana, pero desde una hora antes muchos de los participantes se acercaron a recoger sus dorsales y a ambientar el evento. A la cabeza, la presidenta de Aspanogi, Nerea Goikoetxea, quien explicó que desde la asociación «siempre buscamos realizar este tipo de actividades para sensibilizar a la población».

A partir de las 11.00 horas la atmósfera festiva se incrementó con música y bailes que animaron a los asistentes para preparar los músculos de cara a iniciar la marcha rumbo al Antiguo. Los más de 800 participantes inscritos se situaron en la línea de salida, justo detrás de la pancarta con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, para finalmente, a las 11.20 de la mañana, emprender la marcha y fijar rumbo a ese punto de llegada, junto al Real Club Tenis.

Entre la multitud se podía observar participantes de todo tipo, desde niños pequeños que aún necesitaban del 'cochecito' para descansar, hasta los de más edad como Luis y Tere, una pareja que buscaba en su primera participación «ayudar a los niños que lo necesitan». Asimismo no faltaron aquellos aitas que, a pesar de querer ir a su ritmo, no podían dejar atrás a sus pequeños. Urko era uno de ellos, un participante al que realmente le «motiva esta lucha» contra el cáncer infantil. «En nuestra familia ya hemos vivido varios casos, así que hoy aprovechamos para apoyar a los pequeños», expresaba.

Sin embargo, no todos los presentes se encontraban en compañía de sus familias, pero sí que se sentían parte de una mucho mayor. Era el caso de María José, enfermera del Hospital Donostia, que lleva 32 años trabajando con estos niños a los cuales, decía, ya «adoro». «Es muy importante participar y dar visibilidad a este tema, que cada día está en auge y del que pareciera que no se quiere hablar. Llevo viniendo muchos años y me parece muy agradable. Vuelvo a estar tanto con familias que sus hijos se han podido recuperar, como aquellas a las que aún siguen en tratamiento».

Del mismo modo, la vicepresidenta de la asociación Laura Huesco, dejó en claro que hay muchos niños que se salvan y muchos otros que «se pierden por el camino». «Esta marcha nórdica es en honor para todos los niños que luchan contra el cáncer», aseguró.Según avanzaba la marcha por el paseo de La Concha, a pocos metros del Palacio Miramar, ya se podía divisar a lo lejos el punto final de la travesía. Los tambores de una batucada resonaban justo a la entrada el túnel, bajo los jardines del Palacio de Miramar, con un único objetivo: acompañar a la caminata en su tramo final.

El buen ambiente fue la tónica de todo el recorrido. Así lo confirmaba el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, que describía la iniciativa con unas pocas palabras: «Festividad, positividad y buen humor».

Un sol radiante acompañó en todo momento la marcha de Aspanogi. Una salva de aplausos anunció el cruce de la meta, mientras la banda acompañaba los últimos metros de la decimotercera edición de la marcha nórdica para dar visibilidad al cáncer infantil.