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En el edificio número tres del Donostia International Physics Center (DIPC), una potente máquina hace un ruido ensordecedor. Entrar en la sala donde está instalada es como pegar la oreja a la turbina de un reactor: el estruendo se adueña del aire y todo lo demás deja de existir. Procede de una especie de armarios negros que ocupan gran parte del espacio. Hay cables oscuros en el techo y verdes en las entrañas de la máquina, de la que surgen resplandores azules y chorros de aire frío. Se llama Hyperion, como el dios griego de la observación, el que reveló a los humanos la existencia del Sol y la Luna.
Es el superordenador más potente de Euskadi y el tercero en el resto del Estado. Cuenta con más de 14.000 núcleos y 150 terabytes de memoria RAM, y tiene tres veces la potencia de su antecesor, la supercomputadora Atlas, que sigue en funcionamiento en el DIPC. Actualmente, Hyperion da servicio a más de 500 científicos del ecosistema vasco de investigación. «Va a situar a Euskadi en el olimpo de la computación en España», dijo ayer el presidente del DIPC, Pedro Miguel Etxenike, durante la presentación en sociedad del equipamiento.
El consejero de Educación visitó también el superordenador, que se halla ubicado en el Centro de Supercomputación del DIPC. Tras la visita , Jokin Bildarratz recordó que desde el año 2017 el Departamento de Educación ha realizado una inversión de 5.925.000 euros en la adquisición y mejora de equipamiento para la supercomputación. De esta cantidad, 2,8 millones corresponden a la construcción y puesta en marcha de Hyperion.
El nuevo equipo ya se utiliza, entre otros proyectos, para simular la formación de las galaxias, el comportamiento de nuevos materiales, desarrollos en tecnologías cuánticas, en inteligencia artificial, o en química computacional. Este tipo de equipamientos se destinan a facilitar el trabajo del personal investigador porque son capaces de seccionar un problema grande en varios pequeños y manejables. Los resultados de cada uno de ellos se combinan después para hallar la solución final en un espacio de tiempo más reducido.
El director del Centro de Supercomputación del DIPC, Txomin Romero, fue el encargado de mostrar a los visitantes las características de una máquina de la que se espera que pueda llegar «a 30.000 núcleos y 300 terabytes de memoria RAM». Es mucho, pero a gran distancia de los nueve millones de núcleos con lo que cuenta Frontiers, el supercomputador más potente del mundo.
Romero destacó que «la aportación más importante de Hyperion son las personas que lo han construido, que han colocado hasta el último cable y que son capaces de ayudar a usarlo de forma correcta». El empleo con fines investigadores de esta máquina y también de Atlas es gratuito y muy sencillo. «Basta con rellenar un formulario y enviarlo, probablemente se tenga acceso el mismo día o al siguiente. Ambos 'clusters' son multipropósito, es decir, nosotros tenemos nodos de todos los colores con lo cual podemos hacer frente a cualquier trabajo de computación que se pueda enviar al supercomputador», afirmó.
Hyperion da servicio a los nueve Centros de Investigación Básica y de Excelencia (BERC), las universidades del País Vasco, así como a Centros de Investigación Cooperativa como Nanogune o Biomagune, centros de investigación sanitaria como Biogipuzkoa o centros tecnológicos como Tecnalia.
La construcción de Hyperion se enmarca en la estrategia global de Educación de dotar a la comunidad científica de las herramientas e infraestructuras necesarias para desarrollar su labor. El Olimpo de la supercomputación en Gipuzkoa quedará definitivamente configurado cuando en el último semestre de 2025 entre en funcionamiento el superordenador cuántico de IBM en Donostia.
Durante la visita, Bildarratz participó en un encuentro con investigadores que trabajan en Euskadi y han conseguido una ayuda ERC Grant de la Comisión Europea. Euskadi cuenta a día de hoy con un total de 28 ayudas ERC activas, quince de ellas en Gipuzkoa. El consejero destacó que estas ayudas «suponen más de 61 millones de euros adicionales de fondos europeos invertidos en investigación en Euskadi» para la contratación de investigadores y para la adquisición de equipamiento científico de última generación.
Las ayudas del ERC European Research Council constituyen un programa de financiación de la Unión Europea destinado a impulsar la excelencia científica y la investigación en la frontera del conocimiento. Están dirigidas a investigadores que se encuentren en diferentes etapas de sus carreras, desde jóvenes talentos hasta científicos consolidados.
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