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El embalse del Añarbe, que abastece de agua a los habitantes de Donostialdea, supera el 76% de su capacidad de llenado. Lobo Altuna
Los embalses, en máximos tras el verano

Los embalses, en máximos tras el verano

La mayoría de presas de Gipuzkoa alcanzan el máximo porcentaje de llenado en el último lustro y en Barrendiola se supera el 95% de su capacidad

Macarena Tejada

San Sebastián

Lunes, 16 de septiembre 2024, 23:50

Los embalses guipuzcoanos llegan al final del verano en máximos. Y no solo eso. La mayoría alcanza el porcentaje de llenado más alto del último lustro. Tras unos meses húmedos, sobre todo estas últimas semanas en las que no ha dejado de llover, los pantanos del territorio rozan el lleno. Así lo confirman los últimos datos del consorcio de aguas de Gipuzkoa, que sitúan a la presa de Barrendiola, en la zona de Brinkola, a la cabeza del ranking tras superar el 95% de su capacidad. En el otro lado de la balanza se encuentran Lareo, por Aia, y el Añarbe, en Donostialdea, que están al 73,48% y 77,65%, respectivamente.

Pese a que muchos han lamentado la lluvia este verano, los embalses celebran las precipitaciones de comienzos de mes, que han permitido que la cantidad de agua recogida sea mayor. A Barrendiola, que está al 95,60% de su capacidad, le sigue Urkulu, con el 92,82% de llenado. Entre los dos abastecen a más de 91.500 guipuzcoanos, que hacía cinco años que no veían sus presas con tanta agua. Es más, Barrendiola, en esta misma fecha de 2022, apenas alcanzó el 59,73% de su capacidad, frente al casi lleno de ahora.

Cifras altas

Las presas de Gipuzkoa finalizan la época estival con porcentajes de llenado superiores al 73%

La presa de Aixola, por su parte, alcanza el 91,99% de su capacidad e Ibiur, el 90,21%. Del primero dependen 27.530 personas y del segundo, 52.105. Son cifras superiores a las de años atrás y en la mayoría de embalses del territorio se alcanza el máximo en el último lustro. Por ejemplo, en Ibiur el porcentaje de llenado ha subido hasta 22 puntos en un año, ubicándose muy cerca de los 7,5 millones de metros cúbicos de capacidad que tiene.

Donostialdea

Desde el Añarbe dicen que «el abastecimiento de agua está más que asegurado para los próximos meses»

El Añarbe es, en cualquier caso, uno de los embalse que rompe esta tendencia y a estas alturas del año pasado tenía más agua que ahora. Desde la propia presa, en cualquier caso, lanzan un mensaje de tranquilidad y dicen que la situación es la normal. El embalse, que abastece de agua a 320.041 personas residentes en la zona de Donostialdea, «se encuentra en estos momentos al 77,65%, lo que supone un volumen de 28,9 millones de metros cúbicos», según las fuentes consultadas, «apenas medio punto por debajo de la media de los últimos cinco años en esta misma fecha (78,18%)» y doce puntos por debajo del porcentaje alcanzado el año pasado en estas fechas.

Con estos datos sobre la mesa, se concluye que la situación en Añarbe es «de total normalidad, tanto desde el punto de vista del registro de precipitaciones, como de la situación del embalse». La precipitación del ultimo año hidrológico (octubre 2023-septiembre 2024) es ya de 2.149 l/m2. Es decir, «supera ya en un 4%, a falta aún de tres semanas para finalizar el año hidrológico, la media histórica», que se sitúa en los 2.064 l/m2.

Precipitaciones

Las lluvias los meses de verano son clave para que los embalses puedan mantener su ocupación durante la época más seca del año. Así, el mes de junio fue lluvioso en la presa de Añarbe, donde llovió un 43% más de lo normal. Pero no sucedió lo mismo en julio y agosto, que han sido «algo más secos». Ha llovido el 59% y el 75% de lo habitual, respectivamente. Septiembre, en cualquier caso, ha vuelto a cambiar la tendencia, asemejándose, de momento, a junio. «Las precipitaciones del presente mes alcanzan ya los 150 l/m2, superando en un 20% la media mensual (125 l/m2)», aseguran desde el Añarbe. Estas lluvias de septiembre han hecho precisamente que el porcentaje de llenado se haya elevado tres puntos en la primera quincena.

Lo habitual es que este embalse llegue a su punto más bajo al final del verano o principio de otoño. En cualquier caso, «es una situación absolutamente normal y no se aprecia ningún signo de sequía». Por eso, los expertos insisten en que «el abastecimiento de agua está más que asegurado para los próximos meses» en esta zona. El embalse de Añarbe, además, no ha descendido del 65% desde hace nueve años.

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