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Esta semana al menos cuatro establecimientos hosteleros de San Sebastián han sido asaltados, pero sus responsables aseguran que los suyos no han sido casos ... aislados, sino que otros compañeros también han sufrido robos recientemente y que estos se producen casi a diario en cualquier punto de la ciudad. Ante esta oleada de atracos se sienten «inseguros» y piden más vigilancia policial durante la madrugada, que es cuando se producen la mayoría.
El lunes por la noche asaltaron el bar Divinum del barrio de Amara. Uno de sus socios, Fermín Alonso, no se puede explicar cómo pudieron forzar una puerta de seguridad eléctrica «que es imposible de subir. Rompieron la cerradura de la persiana y después reventaron el cristal con una alcantarilla». En las cámaras de seguridad se puede ver a un varón encapuchado que se tomó su tiempo para llevarse todo el dinero de la recaudación del fin de semana. «Estuvo casi media hora entrando y saliendo. No solo se llevó lo del domingo, con toda la caja del partido de la Real Sociedad, también lo que teníamos en la caja fuerte del viernes y el sábado. Un estropicio», asegura.
Fermín Alonso | Bar Divinum
«Estamos muy agobiados», asegura Fermín, que tiene otro bar en Gros, donde asegura que también se están produciendo robos. «Sé de otros dos en Amara y otro en Herrera. Esto hay que pararlo, hace falta más vigilancia policial de madrugada, porque llevo 40 años en hostelería y nunca habíamos tenido una situación de inseguridad así en Donostia».
Agustina Cozzani | Bar Le Comidare
Uno de los bares asaltados en Amara es el Arkupe. Su responsable, Jon Catalán, explica que igual que en el Divinum, este martes rompieron la cristalera con una alcantarilla. «Al saltar la alarma llegó la Ertzaintza y encontraron a un hombre escondido en la barra, sangrando, porque se había cortado con los cristales al entrar, y le detuvieron. Pero al cachearle no tenía dinero, por lo que creemos que hubo otro atracador que se lo llevó», relata. No es su primer robo. De hecho, en los diez años que lleva en el bar cuenta que le han asaltado once veces. «Ya no sé qué más hacer. Dejamos la caja abierta y vacía para que la vean, puse alarmas, cámaras, y siguen entrando», se lamenta. Esta vez se llevaron el poco dinero suelto que tenía en un bote, además del destrozo de la luna que rompieron.
Jon Catalán | Bar Arkupe
Ese mismo martes de madrugada dos hombres encapuchados entraron en el bar Le Comidare de Gros y trataron de robar también en el restaurante Tagliatella, situado en frente. «Entraron los dos hombres encapuchados rompiendo las dos puertas principales y se subieron a unas sillas para romper las cámaras de vigilancia. Se llevaron toda la caja del martes, el bote de las propinas, el dinero de la lotería, y además móviles, tablets, ordenadores y algún utensilio de cocina», explica Agustina Cozzani, responsable de Le Comidare. «Tenemos bastante miedo, por si vuelven», reconoce. En la Tagliatella rompieron la manilla y el cristal, pero no llegaron a entrar «porque la cristalera es de seguridad y no se reventó», explican desde el restaurante, y afirman «que está pasando en muchos sitios, en muchos bares de la zona. Hay mucha inseguridad».
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