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Las obras de la nueva línea del Topo entre las estaciones de Altza (Donostia) y Galtzaraborda (Errenteria) avanzan y la excavación del túnel entre el ... apeadero errenteriarra y la futura estación soterrada en el centro de Pasai Antxo está cerca de completarse. Apenas quedan 50 metros para que el trabajo de perforación que comenzó en el frente de Galtzaraborda (a unos 700 metros al este) alcance la estación de Pasaia, donde se producirá el cale (punto de encuentro de dos zonas horadadas).
Así lo aseguran fuentes de Euskal Trenbide Sarea (ETS), la empresa pública dependiente del Gobierno Vasco encargada de la construcción y gestión de las infraestructuras ferroviarias que utiliza Euskotren. La otra galería, la que conecta Pasaia con Altza, está completamente excavada desde hace meses (el cale se produjo en febrero del año pasado) y en estos momentos los trabajos en ese túnel se centran en las labores de impermeabilización.
Por su parte, la construcción de la nueva estación pasaitarra subterránea sigue avanzando una vez que el hueco que la acogerá terminó de abrirse en octubre.
Las fuentes consultadas explican que los trabajos en esta nueva línea ferroviaria «van bien. La excavación se ha encontrado con buena roca, nada que ver con las complicaciones que surgieron en San Sebastián», especialmente en la zona de La Concha, en la otra nueva ruta ferroviaria en construcción, la que unirá las estaciones de Lugaritz y Easo por el centro de la capital de Gipuzkoa y que estuvo parada durante dos años después de que apareciera un socavón en la calle Zubieta.
Así las cosas, se mantiene la previsión de que las obras de la variante entre Altza y Galtzaraborda puedan concluir a comienzos de 2026 y que de este modo esta nueva línea entre en servicio a lo largo del año que viene. Lo hará poco después de la puesta en marcha de la Lugaritz-Easo, prevista para los primeros meses del próximo ejercicio.
La entrada en funcionamiento de la conexión Altza-Galtzaraborda supondrá que la estación del barrio alto donostiarra, que entró en funcionamiento en 2016, deje de ser un fondo de saco y que esa línea pueda continuar hacia Pasaia-Errenteria-Irun-Hendaia. Ello permitirá a su vez aumentar las frecuencias del Topo en Donostialdea a un tren cada 7,5 minutos, el doble que ahora, al tratarse de un trayecto en doble vía.
Esta variante consiste en la horadación de un túnel de dos kilómetros de longitud entre la zona alta de Donostia y Errenteria. Toda la ruta hasta Galtzaraborda se recorrerá bajo tierra, incluida una nueva estación en Pasaia.
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Los trabajos comenzaron en noviembre de 2021 con un presupuesto de 64,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 46 meses (cerca de cuatro años).
Además del aumento de frecuencias en el Topo, esta actuación traerá importantes consecuencias en el apartado urbanístico y de regeneración urbana, especialmente en Pasaia.
El soterramiento de las vías y de la estación permitirá derruir la actual infraestructura ferroviaria elevada que parte en dos el distrito pasaitarra de Antxo. De hecho, el Gobierno Vasco ha sacado ya a licitación (en marzo) el proyecto para el derribo de las vías y la estación actuales. El presupuesto base sobre el que las empresas interesadas deberán presentar sus ofertas para acometer la demolición de la barrera ferroviaria es de 140.000 euros, mientras que el plazo estimado para ejecutar los trabajos es de seis meses. Obviamente, esta actuación no comenzará hasta que la nueva línea subterránea esté operativa.
La caverna donde se ubicará el nuevo apeadero ya está excavado. Se trata de un agujero de 108 metros de largo por 14 de ancho bajo la céntrica plaza Gure Zumardia. A diferencia de las nuevas estaciones de Donostia, se encuentra justo bajo la superficie, con el suelo donde se instalarán las vías a escasos 12 metros de profundidad. Las de Benta y Berri y La Concha, por ejemplo, se hunden a unos 25 metros. También se diferencia en su forma. En lugar de ser abovedada, presenta una configuración de prisma rectangular, debido a que no es realmente parte de un túnel y ha requerido una excavación independiente.
En Errenteria, la nueva infraestructura también acarreará cambios en la fisonomía de la localidad. El más relevante, que las vías del Topo en su acceso al apeadero de Galtzaraborda se cubrirán. Una actuación muy demandada por los vecinos de la zona que minimizará el impacto visual y acústico del tren. El departamento de Transportes del Gobierno Vasco que dirige la donostiarra Susana García Chueca ha sacado ya a licitación (también en marzo) la redacción del proyecto constructivo de la cobertura de las vías entre la salida del túnel y la estación, con un presupuesto base de 500.000 euros y un plazo de ejecución de doce meses.
En cualquier caso, la revolución más importante a nivel urbanístico que traerá el nuevo Topo será el soterramiento de la estación de Easo y la desaparición de su playa de vías, que liberarán en el centro de Donostia 21.000 metros cuadrados para construir un nuevo barrio, donde el Gobierno Vasco proyecta entre 400 y 500 viviendas de protección oficial (VPO).
Además, el nuevo servicio augura una multiplicación en el número de viajeros de tren. Una proyección realizada en 2022 por la Autoridad Territorial del Transporte de Gipuzkoa (ATTG), el consorcio que agrupa a los medios de transporte de la red Mugi, prevé que Euskotren gane 30.455 viajes diarios en Gipuzkoa por la mejora de su infraestructura y el aumento de frecuencias.
De esa cifra, dos tercios de la ganancia estarán relacionados con la nueva línea Lugaritz-Easo. En concreto, se estima que la puesta en servicio de la pasante donostiarra captará 9.532 nuevos usuarios diarios para el transporte público, a los que habrá que sumar otros 11.585 que el Topo quitará a otros operadores, principalmente de autobús. Los otros 10.000 nuevos usuarios provendrán de otras mejoras que también se están ejecutando en la línea ferroviaria que utiliza Euskotren.
Principalmente la nueva línea Altza-Galtzaraborda, pero también el túnel de doble vía que se proyecta en el monte Aginaga, entre Usurbil y Aia-Orio, que también permitirá duplicar las frecuencias en la línea Donostia-Zumaia, que podrán ser cada 15 minutos frente a los 30 actuales. Esta actuación, no obstante, no estará concluida antes de 2028.
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