Fallece Ignacio Ernabide, uno de los últimos 'gudaris' del batallón de Loiola

Las crónicas de la Guerra Civil apuntan que este guipuzcoano -vivió en Soraluze, Bergara y Donostia, aunque él se consideraba de Soraluze- se presentó voluntario con 19 años en 1936 para luchar en defensa de la República contra el bando de los golpistas integrándose en el batallón de Loiola. Su participación en el conflicto bélico hizo que fuese encarcelado en el verano de 1937 junto al bergararra Andrés Egaña. Ernabide, que estuvo preso en varios campos de concentración, fue inmortalizado en varias ocasiones por el fotógrafo chileno especializado en conflictos armados Mauro Saravia.

Ernabide recibió en vida varios homenajes por parte de las localidades de Bergara y Soraluze, como el que se le brindó en enero de 2017, cuando su rostró fue uno de los protagonistas de la exposición fotográfica del citado Mauro Saravia 'Azken batailoia' en Aroztegi Aretoa, de la mano del movimiento de memoria histórica Intxorta 1937 Kultur Elkartea. «Son los rostros de los resistentes de las trincheras contra los golpistas», señaló en su día Juan Ramón Garai, del colectivo Intxorta.

En junio de 2017 fue recibido en el Ayuntamiento de Bergara junto a Andrés Egaña, en un acto en el que también participó la Diputación Foral de Gipuzkoa que sirvió para homenajear a «los gudaris supervivientes que hicieron frente al golpe militar franquista y que se posicionaron en defensa de la República, principalmente en el Batallón Loiola y UHP».

Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, se despedía de él este jueves a través de las redes sociales con una publicación en la que escribía que «es uno de los últimos del 36. Deja un legado de lucha por la libertad de valores éticos y democráticos».

Ignacio Ernabide también fue conocido por ser seguidor de la Real Sociedad. En una entrevista concedida a Mundo Deportivo en febrero de 2017 se declaró fan de David Zurutuza, del que dijo que «es el mejor, tiene mucho peso en el equipo», y también admitía que «mi segundo equipo es el Athletic». En la misma entrevista confesó que en 1991 ocurrió la tragedia que marcó su vida: su hija de 42 años y su nieto de 12 fallecieron en un accidente de tráfico. «Fue terrible», admitió.

En sus últimos años Ernabide vivió en Donostia, donde murió este miércoles a los 106 años. Goian bego.