Era el 24 de noviembre de 1974; es decir, el próximo domingo hará 50 años. El paleoantropólogo Donald Johanson y su equipo estaban celebrando el ... descubrimiento de un completísimo fósil de un antecesor de los humanos que se estimaba había vivido 3,2 millones de años antes. En una grabadora estaba sonando la canción de los Beatles 'Lucy in the sky with diamonds' y, por eso, se les ocurrió dar a su fósil el nombre Lucy.

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Lucy era una hembra muy pequeñita, 1,1 m de altura. Su cerebro también era minúsculo, como el de un chimpancé, pero, sin duda, andaba erguida, sobre sus dos pies. Rompía los esquemas de cómo había evolucionado la bipedestación.

Para los descubridores no había duda de que se trataba de una nueva especie de homínido a la que bautizaron como «Australopithecus afarensis». Austral significa «del sur», «pithecus» es equivalente a simio, y se descubrió en la región del Afar, en Etiopía, de ahí lo de «afarensis». Es decir, su nombre sería «el simio del sur encontrado en el Afar».

No todos los paleoantropólogos estaban de acuerdo, pero nuevos hallazgos despejaron todas las dudas. Uno de los más conocidos es el descubrimiento, en 1978, de las huellas dejadas en Laetoli, Tanzania. No son fósiles, son solo huellas, pero, sin duda, pertenecen a tres «Australopithecus afarensis» que caminaban erguidos.

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En varias partes del mundo se están organizando actos conmemorativos de este aniversario.

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