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Estudié parte del bachillerato en el colegio Nuestra Madre del Buen Consejo, de los padres agustinos, en León. El colegio estaba (lo han cambiado de ... sitio) al lado de la Real Colegiata de San Isidoro. A veces, para ir a mi casa, desde el colegio, pasaba por delante de la Colegiata. La primera vez que tuve ocasión de ver su Panteón de los Reyes quedé deslumbrado. Las pinturas de los techos me parecieron extraordinarias. Me mostraban un mundo extraño y a la vez muy próximo. La escena de la 'anunciación de los pastores' me pareció genial. Como si me hubiera visto inmerso en un cuento de pastores que acceden a cuevas y encuentran tesoros. Pude comprar una réplica en tamaño bastante grande. Digamos que de más de un metro de ancho que, debidamente enmarcada, ha estado en mi habitación en San Sebastián, como pueden constatar todos mis amigos.
Ahora, para poder disfrutar de esas magníficas pinturas, que no en vano se consideran la 'Capilla Sixtina' del románico, no hará falta ir hasta León (aunque aconsejo hacerlo, y no solo para ver San Isidoro o la Catedral, también para darse una vuelta por el «barrio húmedo» y degustar las especialidades leonesas). La empresa HP ha recreado la experiencia de visitar la Colegiata con unas gafas de realidad virtual que permiten disfrutar de todos los detalles de las pinturas. No he logrado probar las gafas. Seguro que es una experiencia sumamente interesante.
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