En la frutería Lorea, en Donostia, preparanbandejas a 1 euro con fruta tocada. MICHELENA

«La fruta fea también está buena»

Más barata ·

Cada vez son más los comercios que tratan de «evitar el desperdicio de alimentos» a través de distintas iniciativas y, para ello, venden su excedente a un precio menor

Sábado, 1 de enero 2022, 08:08

Que la comida no termine en la basura. Ese es el objetivo de cada vez más iniciativas que luchan contra del despilfarro de alimentos. En ... Gipuzkoa, algunos supermercados como Super Adarra o pequeños comercios como la Frutería Lorea llevan años vendiendo «fruta tocada a menor precio», y la aplicación móvil 'Too Good To Go', que llegó a Euskadi en 2018, vende «packs de comida en restaurantes y bares a un coste menor» para evitar su desperdicio.

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Además de la eclosión de proyectos comprometidos con el aprovechamiento de alimentos, cada vez más comercios, locales hosteleros y ciudadanos se unen a esta causa. En esta línea, desde la aplicación de 'Too Good To Go' celebran que en Euskadi actualmente son 560 los establecimientos que están unidos a su iniciativa. Comenzaron a operar en la CAV en diciembre de hace tres años, en Bilbao, y a día de hoy ya están presentes en los tres territorios históricos y «no solo en las grandes ciudades sino también en núcleos urbanos pequeños», destacan. Hasta la fecha han logrado «más de 220.000 packs de comida, que equivale a haber evitado el desperdicio de más de 220 toneladas de alimentos en la comunidad en menos de tres años».

Solo en Donostia, ya cuentan con unos 100 establecimientos que cada día reparten cajas para dar una segunda oportunidad a su excedente. En total han vendido «más de 40.000 packs de comida, lo que equivale a haber evitado el desperdicio de más de 40 toneladas de alimentos y ahorrado la emisión de más de 100 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a las emisiones producidas por 20 aviones dando la vuelta al mundo», advierten.

Entre esos más de 100 establecimientos que colaboran con la aplicación, en Casa Duran Jatetxea, en Gros, venden un pack de menú todos los días a un mismo cliente, que lo solicita desde su móvil. «Viene todos los días. Tiene familia, a veces viene con la niña, por lo que suponemos que les hará falta y les vendrá bien. No es mucho pero menos es nada», comenta Urko Pérez, camarero en el bar donostiarra, quien celebra este tipo de iniciativas ya que «poder dar un menú a un coste mucho menor y que sea asequible me parece muy bien». El menú entre semana en Casa Durán Jatetxea cuesta 12.10 euros y en la app puede encontrarse por 2,99 euros en un 'pack sorpresa'.

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Urko pone de manifiesto que «en hostelería se tira mucha comida a finales del turno de mediodía y de noche» y, después de la pandemia, advierte que «hacen falta este tipo de iniciativas. El covid ha causado muchos problemas económicos a las familias».

En 'Too Good To Go' celebran una acogida «muy positiva» en Euskadi y en Gipuzkoa de su proyecto, donde no dejan de colaborar con cada vez más establecimientos. Lo cierto es que esta no es la única iniciativa en el territorio que fomenta el aprovechamiento de excedentes. Algunas fruterías locales ponen a disposición de sus clientes género «feo» a un precio muy inferior para animar a la clientela a llevárselo y evitar su desperdicio.

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Pepi Casado hace la compra en Frutas Adarra, donde el género que se va a tirar se mete en una caja y se vende a 0,60 euros el kilo. Además, el supermercado separa la fruta de primera por un lado y de segunda, a menor precio, por otro. Pepi llena su carrito con mangos, papayas, vainas, piña y coliflor. Las piezas tienen manchas y están golpeadas. «Me da igual que sea fea, por dentro está buena. Además, está a un precio razonable», reconoce la cántabra afincada en San Sebastián desde hace más de 30 años.

«Tirar comida es una pena»

Por su parte, Patricia Luján, originaria de Colombia pero asentada en Donostia, señala que compra fruta y verduras «feas» «para hacer salsas y purés o pimientos al horno». No obstante, si bien reconoce que «para comprar fruta fresca prefiero la de primera», advierte de que «hay productos sucios o golpeados que a veces tienen incluso mejor sabor y textura. La vista engaña».

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De esta forma, Beatriz Corvo, encargada de la tienda de Gros, comenta respecto a su clientela que «hay cierto tipo de gente que viene solo por la fruta fea. La ponemos más barata y sabe igual» pero, al fin y al cabo no olvida que a la hora de comprar, «los ojos son los ojos». Así, desde este supermercado comentan que «nos da pena tirarla, se puede aprovechar, por lo que animamos a las personas a que la compren tranquilamente».

En el Antiguo, en la frutería Lorea, todos los días a media tarde ponen una cesta junto a la caja registradora con «un mix de frutas tocadas» a precio de ganga: «uno o dos euros según el tamaño de la bandeja», explica una de las trabajadoras. El cliente puede encontrar plátanos, manzanas, kiwis, entre otras piezas de fruta. «Tenemos una señora que las compra para hacer compotas, otra porque le gusta el plátano más maduro y algunos padres las compran para que sus niños puedan masticarla ya que está más blandita», explica la joven que atiende a la clientela tras la caja registradora.

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La dependienta de la frutería Lorea lamenta que «es horrible desperdiciar todo tipo de alimentos. Más establecimientos deberían llevar a cabo este tipo de iniciativas para sacar provecho de estas piezas que se pueden comer». Por su parte, vecinas como Pepi o Patricia denuncian que «nos parece fatal que se tiren los alimentos. Se deberían destinar a comedores públicos, a Cáritas o donde hagan falta. Hay muchísima gente que no tiene donde comer y tirar la comida es un despropósito».

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