Los futbolistas del Eibar se enfrentan este miércoles al juicio por el vídeo sexual

Han pasado cuatro años desde que en octubre de 2016 se hiciera viral un vídeo sexual protagonizado por los futbolistas Sergi Enrich, actual capitán del Eibar, y Antonio Luna, exjugador armero que actualmente integra las filas del Girona, con una joven guipuzcoana. Las imágenes causaron un enorme revuelo entonces y han acabado llevando a ambos ante la Justicia, ya que se les acusa de la grabación ilícita de esas imágenes y de su posterior difusión. Delitos por los que serán juzgados el próximo miércoles en Donostia, en un juicio donde también comparecerá Eddy Silvestre, jugador del Albacete, imputado como responsable de la difusión masiva del vídeo.

Tanto la Fiscalía de Gipuzkoa como la acusación particular que ejerce la joven perjudicada piden para Enrich y Luna cinco años de prisión por un delito contra la intimidad recogido en el artículo 197 del Código Penal, por grabar unas imágenes sin el consentimiento de un tercero. Este tipo delictivo contempla penas que van de uno a cuatro años de cárcel, pero en este caso se imponen dos agravantes: una por difundir el vídeo a otra persona, en este caso a Silvestre, y otra porque las imágenes afectan a datos relacionados con la vida sexual de la víctima, por lo que la pena a imponer va de los tres años y medio a los cinco años. Para ambos futbolistas, tanto la acusación particular que representa a la víctima y que ejerce el abogado Iñigo Iruin como la Fiscalía piden la pena máxima.

Por su parte, Silvestre está acusado de un delito de difusión de imágenes con conocimiento de que estas habían sido tomadas sin el consentimiento de la mujer implicada, que contempla de uno a tres años de cárcel. No obstante, en su caso también se aplica la agravante de que las imágenes contienen material de índole sexual, por lo que las penas van de los dos a los tres años. La acusación solicita el máximo, mientras que el fiscal pide dos años de prisión. Ambas partes reclamarán asimismo indemnizaciones por los daños y perjuicios causados a la víctima, que contemplan cantidades económicas similares.

La vista se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 3 de Donostia y comenzará a las 9.30 horas. Los primeros en declarar serán los tres acusados, representados por abogados diferentes, y después lo harán testigos, peritos y la propia víctima. Entre los numerosos testigos que comparecerán en el juicio está la persona que informó a la denunciante de la existencia del vídeo en las redes sociales, así como varios jugadores del Eibar que en octubre de 2016 compartían vestuario con Luna y Enrich. Por otro lado, también declararán agentes de la Ertzaintza encargados de realizar las pruebas periciales, como la localización del vídeo o la identificación de las voces que se escuchan en el mismo, realizada a través de una prueba fonométrica.

Cabe recordar que además del vídeo que se hizo viral en 2016 y que constituye la principal prueba de cargo contra los acusados, se presentarán otras cuatro grabaciones tomadas por los futbolistas durante ese mismo encuentro sexual. En las mismas, según informan fuentes del caso, se observa que la joven tampoco sabía que estaba siendo grabada.

El vídeo fue grabado durante un encuentro sexual que Sergi Enrich y Antonio Luna tuvieron con una joven en abril de 2016, cuando ambos jugaban juntos en las filas del Eibar, aunque este no se hizo viral hasta principios de octubre de ese mismo año. Tal y como recogió la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Eibar durante la instrucción de caso, las imágenes fueron grabadas por Luna con el móvil de Enrich. En el vídeo se puede ver a los dos futbolistas y a la joven que estaba con ellos y que, según destaca la juez, desconocía que se estuvieran captando imágenes y en ningún momento dio su consentimiento para que se grabaran las relaciones que mantenían. De hecho, en un momento del vídeo se observa que la joven se percata de que Luna tiene un teléfono en la mano y le insta a no grabar con él.

Según el auto judicial, los dos futbolistas compartieron las imágenes con otras personas sin que la víctima tuviera conocimiento del hecho ni tampoco hubiese dado su autorización. Una de las personas que recibió el vídeo a través de un grupo de Whatsapp fue el también encausado Eddy Silvestre, que por entonces jugaba en el Cádiz, en Segunda División, aunque la temporada anterior había compartido vestuario en el club azulgrana junto a los otros dos acusados. El auto judicial considera que Silvestre, que sabía que las imágenes se habían obtenido sin que la chica lo supiera ni lo hubiese permitido, las difundió masivamente hasta el extremo de que llegaron a hacerse virales. Fue entonces cuando la víctima tuvo conocimiento de lo sucedido y decidió denunciar los hechos ante la Ertzaintza.