La 'gamberrada' de tres menores de Gipuzkoa costará a sus familias medio millón de euros

Los hechos se remontan un año atrás. El incendio y posterior denuncia del propietario del inmueble afectado dio inicio a una investigación que concluyó el pasado mes de julio con la detención de estos cuatro menores y la de otros nueve jóvenes mayores de edad -entre estos otros dos guipuzcoanos-. Todos ellos estarían implicados en el allanamiento de al menos tres viviendas de la citada localidad oscense en las que se colaban para hacer botellón. Según las investigaciones de la Guardia Civil, este grupo se introducía en las casas -que previamente comprobaban que estaban vacías- «para pasar tiempo sin ningún tipo de interrupción y consumir bebidas alcohólicas y fumar sustancias estupefacientes».

Desde principios de 2022 hasta su detención seis meses después, los chavales habrían allanado al menos tres viviendas en Castiello de Jaca, una pequeña localidad situada a 9 kilómetros de Jaca y en una zona muy frecuentada los fines de semana y periodos vacacionales por guipuzcoanos. Pero uno de esos asaltos en el que participaron cuatro menores del grupo se les fue de las manos y acabó con un chalé calcinado. Tres de ellos son guipuzcoanos y el cuarto de Zaragoza, según han confirmado a este periódico fuentes del caso. El Juzgado de Menores de Huesca acaba de condenar a los cuatro por un delito de allanamiento de morada y otro de daños por imprudencia grave.

Los hechos ocurrieron el pasado 17 de abril de 2022, cuando cuatro chavales, que en el momento de los hechos tenían entre 14 y 17 años, aprovecharon que el dueño -residente en Zaragoza- no estaba en la vivienda para colarse por la puerta trasera que estaba rota. Según ha podido saber este periódico, no era la primera vez que allanaban esta propiedad. Pero ese día la 'gamberrada' se les escapó de control. Según detalla el Heraldo de Aragón, la noche de los hechos, y una vez en el interior de la vivienda, usaron una piedra para romper la puerta de la bodega, donde permanecieron un rato fumando y abriendo varias botellas de vino. De hecho, llegaron a inmortalizar el momento grabando un vídeo en el que aparecían los cuatro brindando, imágenes que luego rescataron los investigadores del teléfono móvil de uno de los acusados y que han servido de prueba en el juicio.

Después accedieron al salón y fue allí donde se desencadenó la tragedia. El fallo recoge que uno de los jóvenes llenó de gasolina un vaso de cristal y le prendió fuego con un mechero. Esto provocó una violenta llamarada que dos de ellos intentaron sofocar echando agua del grifo sobre el vaso que ardía. Pero este gesto tuvo el efecto contrario al deseado y el combustible se derramó por la mesa, que cogió fuego inmediatamente. Entonces, intentaron apagar el fuego con un edredón, pero la colcha también ardió y las llamas se extendieron por toda la estancia. Ante las dimensiones que estaba tomando el incendio, los cuatro menores escaparon de la vivienda, que quedó calcinada.

Durante el juicio celebrado en el Juzgado de Menores de Huesca, los cuatro jóvenes reconocieron haber estado en el inmueble, pero alegaron que se trataba de un edificio abandonado. Nada más lejos de la realidad. El propietario había adquirido el chalet en 2019 como segunda residencia y estaba en perfecto estado el día del incendio, como quedó acreditado mediante fotos durante el juicio, según la información publicada por Heraldo de Aragón.

Ahora, un año después del suceso, la jueza ha condenado a los cuatro acusados por un delito de allanamiento de morada y otro de daños por imprudencia grave. La magistrada impone a dos de ellos doce meses de libertad vigilada; un tercer menor deberá asistir durante un año a un centro de día y el cuarto, que acaba de cumplir la mayoría de edad, tendrá que hacer tareas socioeducativas durante seis meses. Aunque en este caso la verdadera condena ha sido impuesta a los padres de los menores quienes, como responsables civiles directos, tendrán que hacer frente al pago «conjunto y solidario» de los 557.563 euros de indemnización (428.767,70 euros al propietario del edificio que quedó calcinado y 128.795,37 euros a la aseguradora).

Los cuantiosos daños causados por el incendio llevaron a las defensas a utilizar distintos argumentos para intentar reducir tan importante cuantía. Según recoge el Heraldo de Aragón, los letrados insinuaron una supuesta responsabilidad del propietario del chalé siniestrado por no haber tomado medidas para evitar que los intrusos se colaran en su interior.

También plantearon un posible enriquecimiento ilícito por parte del dueño, que pagó 320.000 euros en 2019 por la casa. Pero la magistrada fija la indemnización en base al precio actual del inmueble. Además, los acusados también tendrán que afrontar el pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.

Por otro lado, en los juzgados de Jaca hay abierta otra instrucción por varios allanamientos de morada en Castiello de Jaca de los que están acusados otros jóvenes mayores de edad del grupo.