Gipuzkoa acoge a 175 menores extranjeros, el 20% de Euskadi

Gipuzkoa, y más en concreto Irun, se ha convertido en los últimos tiempos en zona de paso para la mayoría de migrantes que dejan su país en busca de nuevas oportunidades en Europa. Son muchos los que pasan por la muga del Bidasoa de camino a Francia. Esto hace que el número de extranjeros mayores de edad que arriban a la localidad fronteriza se haya disparado y casi duplicado en el último año. Pero no solo eso. Los menores que migran solos también arriban sin descanso a Gipuzkoa. Aunque a cuentagotas, las llegadas no cesan. En estos momentos, la Diputación, a través de su Departamento de Cuidados y Políticas Sociales, acoge a 175 'menas', la mayoría provenientes de África, principalmente de Marruecos.

Muchos de ellos pasan primero por las islas Canarias, después de haber alcanzado tierra tras arriesgar su vida en patera, si bien cada vez más llegan en compañía de familiares por otras vías. Ahí, o bien son atendidos por diferentes oenegés como Cruz Roja o, por cuenta propia, siguen el camino hacia otras partes del Estado hasta llegar a Gipuzkoa. Algunos terminan en el territorio porque tienen conocidos que han hecho el mismo viaje y, otros, por casualidad.

Por lo general, son jóvenes de entre 16 y 18 años, es decir, menores pero muy cerca de cumplir la mayoría de edad. Esto, aseguran desde el área que dirige Maite Peña, «implica centrar la intervención y procesos socioeducativos, formativos, de emancipación y empleabilidad». La mayoría, cerca del 80%, son hombres. Apenas hay mujeres jóvenes que emprendan esta ruta migratoria desde el Magreb.

Aunque hasta hace poco lo normal era que desde Gipuzkoa quisieran poner rumbo a otros destinos como Francia, los servicios sociales forales han detectado un aumento de jóvenes que deciden quedarse en el territorio y reconstruir su vida desde cero en alguno de sus municipios. Se calcula que en torno al 40% optan por esta opción. Antes de la pandemia apenas el 10% quería quedarse. Yno solo eso. Este cambio de tendencia se ve reflejado también en la manera en la que llegan a Gipuzkoa. Tal y como adelantó este periódico, cada vez es más habitual encontrarse con casos de chavales que llegan con visado y el traslado lo hacen directamente sus familiares o tienen un hermano o un primo que les espera en el territorio.

Una vez bajo la tutela de la Diputación, estos menores pasan a residir en centros de acogida, distribuidos por todo el territorio. En los último años, el crecimiento de llegadas ha obligado a Gipuzkoa a abrir centros específicos para atender a estas personas. A pesar de que el Departamento de Cuidados y Políticas Sociales cuenta con una misma red residencial de servicios tanto para niños y jóvenes locales como para 'menas', el aumento de llegadas les ha hecho modificar su planteamiento inicial y abrir unos recursos específicos para esta tipología de personas desprotegidas. En la actualidad, ocho de los veintidós centros para menores extranjeros en Gipuzkoa están dedicados en exclusiva a la atención de estos migrantes que llegan de sus países sin referente alguno. Estos recursos específicos tienen una capacidad de 105 plazas.

En este momento, Gipuzkoa acoge a 175 menores extranjeros no acompañados y el conjunto de Euskadi, más de 850. Pese al desbordamiento que ha denunciado en los últimos meses el Gobierno Vasco –Bizkaia declaró una situación de «excepcionalidad» y pidió al Estado «un reparto más justo»–, el Ejecutivo de Imanol Pradales califica de «positivo» el pacto alcanzado para que 88 'menas' que ahora están en Canarias lleguen próximamente al País Vasco. En cualquier caso, como viene haciendo durante el último año, reclama más recursos y cuestiona que no se haga «una mención específica a la frontera norte», en alusión al tránsito de migrantes por Irun de camino a Francia y al resto de Europa.

Euskadi, junto con Cataluña, que acogerá a entre 20 y 30 jóvenes migrantes, es la comunidad que menos personas va a recibir. Esto se explica por la fórmula que se va a aplicar para decidir el número de menores, que depende de la capacidad, la renta, la distribución de habitantes, la situación de partida y el esfuerzo previo. Se calcula que el País Vasco, entre los tres territorios, suma alrededor de 1.500 camas en los diferentes centros de acogida y ya atesora un sobreesfuerzo de 500. Si a los menores que en la actualidad acoge Euskadi se le suman los que llegarán cuando se tramite oficialmente el reparto del acuerdo, el número de extranjeros tutelados rozará el millar.