Gipuzkoa recauda un 21% más por los peajes a camiones y el aumento del tráfico

Bidegi, la sociedad pública responsable de la construcción, gestión y mantenimiento de las carreteras de pago de Gipuzkoa, obtuvo el año pasado unos ingresos de 189 millones de euros por peajes, un 21% más que en 2022. El aumento obedece al incesante incremento del tráfico por carretera (un 2% en la AP-1, AP-8 y A-636), a la subida de tarifas habitual cada 1 de enero (un 2,25% el año pasado) y, sobre todo, a la recuperación del canon para camiones en la N-I y la A-15 desde el 23 de enero, que dejó en las arcas de la entidad 28,2 millones. Sin ese peaje específico para los transportistas en esas dos vías, los ingresos de Bidegi en las dos autopistas y en la Autovía de Deskarga se habrían quedado en 161 millones, un 3,5% más que el año anterior.

El saldo final es consecuencia de unos ingresos efectivos de 223 millones por el paso de vehículos por los arcos o cabinas de peaje, a los que hay que restar 33,8 millones en devoluciones a los conductores. Estas han aumentado un 12,5% en un año, como consecuencia de la nueva política de descuentos que empezó a aplicar Bidegi el año pasado en dos fases (enero y octubre).

Entre las novedades respecto a 2022, destaca que los descuentos y el límite de gasto mensual del que se beneficiaban solo los titulares del Abiatu –el dispositivo de telepeaje guipuzcoano– se han ampliado a cualquier conductor, independientemente de su lugar de residencia y dispositivo (hay que darlo de alta en Bidegi);se ha incorporado una rebaja para turismos, motos y furgonetas para trayectos de ida y vuelta en el día abonados con telepeaje en las cabinas comprendidas entre Behobia y Zarautz; y se han implementado nuevos descuentos del 10% entre el viaje 21 y 50 y del 13% a partir del 51 para vehículos ligeros de uso profesional (taxis y ambulancias) y del 50% desde el primer trayecto para buses y microbuses.

De igual modo, los camiones y grúas comenzaron a beneficiarse en octubre de descuentos en la AP-1, AP-8 y A-636 de hasta el 13%por uso recurrente y de hasta el 25%para los vehículos con motores menos contaminantes (Euro 5, Euro 6, eléctricos, gas, hidrógeno...).

Todo el dinero recaudado por los peajes se destina en su integridad al mantenimiento y mejora de las vías de alta capacidad de Gipuzkoa, y a la devolución de los créditos que han permitido construirlas. La última, la Autovía de Deskarga (A-636), cuyo tramo final concluyó en 2019.

Sin ir más lejos, para este año el presupuesto de Bidegi contempla 53 millones de euros para conservación ordinaria de las carreteras (41,6 para la AP-1, AP-8 y A-636 y 11,1 para la N-I y A-15); 40 millones para inversiones como las que se ejecutan en los túneles, la renovación del área de peaje en Irun, la instalación de pantallas acústicas o diversas actuaciones para reforzar la seguridad en los enlaces de la AP-8, AP-1 y GI-20 en Donostialdea;y 68 millones para los costes de construcción. De esta cantidad, 44 millones corresponden a amortización de los préstamos y 24 al pago de intereses.

En total, 161 millones de gastos, a los que habrá que sumar imprevistos que puedan producirse. Una cantidad que se sufraga íntegramente con los peajes y que, de otro modo, correría a cuenta del presupuesto ordinario de la Diputación de Gipuzkoa, detrayéndola de otras partidas.

El desglose de los ingresos por carretera y tipo de vehículo permite confirmar que, un año más, la AP-8 es la vía de pago más concurrida y, como tal, el principal sustento para la red viaria de Gipuzkoa. En 2023 soportó un tráfico de 1.059 millones de vehículos-kilómetro, una medida que tiene en cuenta no solo los vehículos que utilizan una calzada, sino también los kilómetros que recorren, lo que ofrece más fiabilidad respecto al uso real de una carretera. Es un 1,7% más que el año anterior.

La amplia mayoría de kilómetros recorridos (84%)fueron a cargo de turismos y motos. Siguieron los tráilers que abonan la tarifa Pesados 2 (12,5%)y, por último, los camiones pequeños, con tarifa Pesados 1 (3,6%). Medido en vehículos medios diarios –sin computar los recorridos realizados–, por la Bilbao-Behobia transitaron el año pasado una media de 33.481 conductores al día. Fueron 28.040 automóviles, 4.209 tráilers y 1.232 camiones pequeños, que dejaron en Bidegi 144 millones de euros, sin contar los descuentos posteriores.

Le siguió la AP-1, con 238 millones de kilómetros utilizados (un 2,2% más) por 18.324 vehículos al día, que contribuyeron a la red viaria guipuzcoana con 40 millones de euros.

El asfalto de la A-636 soportó por su parte el paso de 9.421 vehículos diarios que recorrieron un total de 78 millones de kilómetros (un 6,7%más) y aportaron 10,8 millones.

El desglose por tipo de vehículo no difiere demasiado respecto a la AP-8. En la AP-1 el 86%de los usuarios fueron turismos o motos, y en Deskarga, el 89%.

Al tratarse de datos basados en el pago de peajes, en el caso de la N-I y la A-15 no existe comparativa con 2022, pues ese año el canon para camiones no estaba activo. Lo que sí se sabe es que los 28,2 millones que esta tasa dejó el año pasado en Gipuzkoa corrió a cargo de 9.375 camiones diarios (5.655 por la N-I y 3.720 por la A-15)que recorrieron 128 millones de kilómetros por ambas vías.

Respecto a los descuentos, de los 33,8 millones que volvieron a las cuentas de los conductores, 31 fueron devueltos a titulares de Abiatu; 348.000 euros a titulares de otros dispositivos de telepeaje; 7.615 a vehículos ligeros profesionales (taxis, vehículos de empresa...), 183.000 a autobuses, y2,2 millones a camiones.

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