![Gipuzkoa plantea que la incineradora trate parte de residuos de vertederos industriales](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202002/19/media/cortadas/verte1-k4lC-U100211073309ns-624x385@Diario%20Vasco.jpg)
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La solución al enorme problema de la basura doméstica en Gipuzkoa, 150.000 toneladas de fracción resto al año, tardó años en encaminarse. El problema de qué hacer con una parte de las miles de toneladas de residuos industriales no peligrosos ante la ... falta de vertederos disponibles ha empezado a desenredarse en apenas una semana. El destino será el mismo, las plantas de tratamiento del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), que incluyen la incineradora, aunque con matices. La primera apreciación es que solo se aceptarán residuos «asimilables a urbanos» que recogen las mancomunidades, es decir, no se admitirán todos los residuos industriales no peligrosos que se estaban vertiendo en instalaciones como la de Lurpe en Mutiloa, cuyo cierre en diez días deja al territorio sin salida para miles de toneladas de desechos, desde productos recogidos en garbigunes (electrodomésticos...), a voluminosos (muebles, colchones...) y a material de desescombro procedente de obras y demoliciones.
Los residuos «asimilables a urbanos» son una parte reducida de lo que se vierte en un vertedero industrial. Como ejemplo, la Diputación habló ayer de «los embalajes de tipo comercial, restos de voluminosos, residuos de origen agrícola o ganadero y otros residuos depositados en garbigunes». El resto de materiales que acaban en instalaciones industriales deberán encontrar otra salida, lo que obligará a su traslado en camión a instalaciones especializadas de otros territorios o comunidades autónomas. La Diputación recordó ayer que en el territorio queda «como única opción» el vertedero de Epele, en Bergara, cuyas instalaciones actuales están llenas, si bien tiene espacio para habilitar una tercera celda de vertido, aunque en el municipio no contemplan esa vía, según fuentes consultadas.
50.000 toneladas es el margen de las instalaciones de GHK en Zubieta para poder tratar otros residuos que no sean la fracción resto de la basura orgánica. Ahora se abre a tratar residuos «asimilables a urbanos» que se estaban tirando en vertederos industriales.
Tratamiento previo El residuo debe pasar primero por tratamiento y reciclaje; la fracción resto será la que se valorice
«Única opción» La Diputación recordó ayer que queda el vertedero de Epele, en Bergara, pero está lleno
La segunda consideración es que, tal y como marca la ley, todos los materiales deberán pasar primero por un proceso de tratamiento, recuperación y reciclaje, como hasta ahora en teoría se debe estar haciendo. El residuo «asimilable a urbano» que quede sin tratar, porque no se puede reciclar (por ejemplo parte del plástico), será incinerado, en lugar de ser depositado en un vertedero, como hasta ahora se viene haciendo. «Tenemos unas infraestructuras modernas y sostenibles para nuestros residuos urbanos, que pueden contribuir a solucionar el problema reduciendo el vertido de residuos», subrayó ayer el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, a través de una nota de prensa, tras sendas reuniones mantenidas con las mancomunidades del territorio y empresas de sectores afectados por el inminente cierre de Lurpe y la crisis abierta con el desprendimiento de la instalación de Zaldibar, donde se depositaban más de 500.000 toneladas de materiales al año, incluido amianto. La Diputación no tiene competencias en la gestión de residuos no urbanos, pero sí ha querido mostrar su disposición a intentar encauzar el problema.
De momento, la institución foral y las mancomunidades han acordado analizar el volumen de residuos y el tipo de material que puede ser tratado en la red de instalaciones de GHK, que incluyen la planta de clasificación de envases de Lepazpi, la planta de compostaje de Epele y el llamado complejo medioambiental de Gipuzkoa en Zubieta, donde se encuentra la planta de valorización energética, la incineradora. No dan cifras de qué volumen de residuos podrán pasar ahora a estas instalaciones. Pero en cualquier caso serán miles de toneladas. Solo la Mancomunidad de Sasieta -con 23 municipios- vertió en 2019 en la instalación de Mutiloa más de 7.000 toneladas, una cuarta parte del material que recoge de garbigunes, polígonos industriales y voluminosos, según publica en su página web.
Hay que tener en cuenta que las instalaciones de Zubieta tampoco tienen una capacidad ilimitada, y además ha iniciado este año su puesta en marcha, por lo que no está operando a pleno rendimiento -lo hará a lo largo del año-. A la planta de tratamiento mecánico biológico entrarán 150.000 toneladas al año, pero tiene capacidad para 200.000. Ese tratamiento permitirá reducir un 30% la densidad de los residuos. El margen que quede podrá dejarse para tratar otro tipo de residuos que hasta ahora no estaban contemplados, los denominados «asimilables a urbano».
Según la Diputación, ahora toca «analizar los distintos tipos de residuos que puedan llegar de las mancomunidades, la viabilidad técnica de su tratamiento en las instalaciones y las autorizaciones -el código europeo LER- que sería necesario conseguir».
La Diputación se reunió ayer también con empresas afectadas por la falta de vertederos industriales en los que dar salida a los materiales de desecho procedentes de su actividad. Aunque no es su competencia, el Departamento de Medio Ambiente quiso analizar «la situación con el sector, sus necesidades de vertido y las posibles alternativas, para facilitar la interlocución con el Gobierno Vasco y agilizar en lo posible la aplicación de las soluciones acordadas», reflejó ayer el diputado José Ignacio Asensio.
Las empresas trasladaron su «preocupación». Al encuentro asistieron Javier Zubia, secretario general de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa; Paul Liceaga y José Miguel Ayerza, por parte de Adegi; David Zabala, del clúster de reciclaje GK Recycling; Joana Ibarrondo, del clúster de la siderurgia, y Marcial Alzaga, del clúster de fundiciones. «La reunión ha sido clave para poner en común el estado del problema al que nos enfrentamos y por la parte que nos toca a los agentes económicos, cerciorarnos de que existe voluntad por parte de las instituciones de hacer todo lo posible para solucionarlo a la mayor brevedad», destacó Zabala.
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