Vuelve la burra al trigo. Te parecerá un aforismo poco glamuroso para un ex miembro de la casa real inglesa. Que me perdonen los burros. Después de las entrevistas incendiarias, titulares escandalosos y series 'on fire' en Netflix, vuelve el raca raca lloriqueante y quejumbroso ... de Harry Windsor en forma de ajuste de cuentas literario. Una trilogía biográfica por la que una editorial desaprensiva y rastrera (como la mayoría de las editoriales) ha pagado 20 millones de dólares por contar miserias y medias verdades. No das pena, Harry, ni a mí ni a nadie. Ponte a currar, tío, que das mucho el coñazo con tu rollo de pìjo caprichoso y consentido abducido por una actriz americana del tres al cuarto. Guapa y estilosa, eso sí, ya ves que procuro ser objetiva y ecuánime.
Publicidad
No es fácil ser objetiva ni ecuánime. Noble o plebeya, la familia es la familia y a ti te encontré en la calle. Puedo entender que Shakira ponga a parir a Piqué en una canción, 'Estás con una igualita que tú' (temazo, por cierto), y que Aghata Ruiz de la Prada pulverice a Pedro Jota, o Mia Farrow a Woody Allen. Esto 'va de sua' en la mezquindad humana. Solo justificable si con su indignidad tuvieran que dar de comer a sus hijos. Que no es el caso. Tampoco es el caso de Michelle Obama, cuando con su narcisismo ególatra nos cuenta su vida marital por capítulos. La venganza es una terapia que se sirve fría. Solo nos falta Vargas Llosa machacando a Preysler.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.