Una historia que tuvo en vilo a todo un país y provocó una operación inédita

La odisea de Álex y Usoa, desvelada por DV el pasado 14 de abril, pronto traspasó las fronteras de Gipuzkoa y movilizó a todo un país para tratar de retornar a este vecino de Lasarte-Oria nacido en Basauri (Bizkaia). Como se recordará, Álex sufrió una pancreatitis aguda mientras estaba con su mujer de vacaciones en Tailandia. Ingresó el 25 de febrero en la UCI de un hospital de Chiang Mai, desde donde la familia gestionó su repatriación con el seguro de viaje que tenían contratado. Cuando ya estaba montado en un avión comercial acompañado de un médico el 20 de marzo, el piloto se negó a llevarle debido a su estado de salud. Usoa había salido de Tailandia unas horas antes en otro avión.

Del aeropuerto fue trasladado a un hospital de Bangkok, donde quedó ingresado mientras la familia buscaba recursos para fletar por su cuenta un avión medicalizado privado. Tras lograr contratarlo por 221.000 euros, de nuevo le fue denegado el traslado por su estado de salud estando ya en el aeropuerto. Era el 12 de abril.

A la frustración de verse atrapado en Tailandia y con esos 221.000 euros perdidos, pronto se añadió que para entonces se habían consumido los 100.000 euros de gastos sanitarios que cubría como máximo el seguro.

Ante esta situación crítica, el 13 de abril una amiga del grupo de madres de la ikastola Axular, donde estudian sus hijos, abre una cuenta de 'crowdfunding' para recabar fondos con los que ayudar a Usoa a traer de vuelta a Álex. La campaña ha recaudado 114.445 euros. El día 14 DV se hace eco de la historia y, a continuación, periódicos, radios y televisiones de toda España.

La cuestión alcanza al Gobierno. La ministra de Defensa, Margarita Robles, acepta hacer una excepción dadas las circunstancias particulares del caso y el Ejército moviliza un avión medicalizado para traer a Álex. La aeronave partió de Torrejón de Ardoz el 19 de abril y regresó el 21 a Loiu con la misión cumplida.