Yo también he visto un ovni

También entre nosotros. En la edición de EL DIARIO VASCO del 28 de julio de 1965 encontramos la que creemos que es la primera mención al posible paso de un platillo por el firmamento donostiarra…

Como el texto se ve borroso (será por culpa de los extraterrestres), les transcribimos su comienzo: «Hasta los platillos volantes quieren veranear en la Concha. Esto es lo que ayer tarde decían los donostiarras, mientras contemplaban un extraño objeto brillante que permanecía quieto sobre el cielo de la ciudad». No sólo en Donostia sino en otros puntos de Gipuzkoa, como Irun, dicen que se pudo ver aquel enigmático platillo.

Los ovnis nos cogieron cariño, que no demasiado tiempo después, el 1 de diciembre de 1968, escribían en DV sobre la presencia sobre el alto de Aiete de otro objeto «de luz blanca y brillante» que «bastante rato permaneció quieto y, de vez en cuando, tomaba un ligero movimiento en zig-zag». Lo redactaban con cierto distanciamiento…

Nos encanta la idea de un ovni ocupado por marcianos rumbo a un derby Athletic-Real. ¿Apoyarían a los blanquiazules, no?

Durante las décadas de los 60 y los 70 del siglo XX las noticias y comentarios sobre supuestas apariciones de ovnis por todo el mundo eran muy frecuentes en nuestro diario. En un día de septiembre de 1968 se acumulaban dos ovnis en Sevilla y uno en Elche, aunque el de Elche, de plástico y con unas letras en francés, poco misterioso fuera…

Sí, en aquellos tiempos Franco era el 'ovni' más avistado.

Los platillos llamaban tanto la atención que no extraña que se crearan asociaciones de 'amigos de los ovnis'. También en septiembre de 1968, cuarenta componentes constituyeron la Agrupación de Amigos de los Ovni Costa del Sol, en un hotel de Torremolinos…

Ver unas luces no identificadas en el cielo nocturno ya no era suficiente. El mito del ovni se desarrolló y aparecieron personas que aseguraban haber entrado en un ovni e incluso haberse comunicado con sus supuestos ocupantes alienígenas…

Esta página fue publicada el 30 de octubre de 1970. Christian Van Cleemput, residente en Bidebieta, afirmaba haber entrado en un ovni en África, una pequeña nave vacía con muchas pantallas y en su centro, «una bola de cristal que se encendía y apagaba». Las borrosas fotos que aportaba, como ocurría en muchas ocasiones, no permitían ver gran cosa. Cleemput se manifestaba «convencido de que (los ovnis) han sido fabricados por los hombres. ¿Pero por quien?».

En fin, que en aquellos tiempos no eras nadie si no habías visto un platillo volante. Hasta los presidentes de Estados Unidos lo hacían…

Cerramos nuestra colección de recortes de hoy con un último caso ufológico, datado en Hernani en julio de 1977. Podríamos decir que se trata de un avistamiento no consciente. Es decir, que en su momento nadie en Hernani vio un platillo, ni siquiera el chaval que, con quince años, sacó dos fotografías desde la terraza de su casa. Pero cuando las reveló, descubrió que un disco luminoso se había desplazado en el firmamento durante los cinco minutos que dejó pasar entre la toma de las dos instantáneas.

Las fotografías que publicó DV no son nada concluyentes, aunque acaso ustedes las vean más claras. Y si no, pidan ayuda a Iker Jiménez…