Quieres barco o avión? Es la voluntad. Con la venta de barcos y aviones papirofléxicos fabricados con papel publicitario de pizzería, los chavales ya han hecho una caja de 6 euros. Un sitio perfecto: la Plaza de la Constitución.
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Chavales superespabilados atracan al paseante. Más ... joven, Iñigo, hijo de mi dentista, criatura de 7 años preocupado por el Bien y el Mal. Me cuenta la madre, mientras babeo en la butaca odontológica, que le acompañó a pedir perdón a unos señores a los que su amigo había dicho una palabrota. No dormía. Otro día su ama fue a la ikastola para reclamar una nota de sanción que el niño esperaba y no llegaba. ¿Cómo no iban a castigarles -se decía el crío- si habían doblado cucharillas en el comedor del cole?
Que hermosa inocencia. Como las de las orcas bebés y jóvenes que trastean y asustan a los barcos «porque se ha debido poner de moda entre ellas hacer eso», creen los estudiosos de la especie marina.
En un centro vietnamita-donostiarra de manicura hacen cola una treintena de quinceañeras. ¿Por qué?, les pregunto a dos de ellas. Porque es barato: 12 euros. Se han enterado por redes. Les digo que conozco un sitio donde vale un poco más pero sin cola. Para ir a la calle Urbieta ponen Google porque no conocen la ciudad. Han venido desde Mutriku en tren, casi gratis con los descuentos. No entienden por qué me río. ¿Desde Mutriku, dos horas de viaje para haceros las uñas? Los que hoy lloramos a Mortadelo y Filemón hay cosas que no entendemos.
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