Quizá por mi edad me tocaría ya ver obras, supervisar excavadoras, pero me he decantado más por vigilar hormigoneras en locales comerciales. «Hola, ¿que van a poner aquí?», pregunto descarada a los operarios. No saben, me dan poco juego.

Publicidad

Así que en días de lluvia ... y con el objetivo de contar kilómetros como sea, me aventuro en hipermercados, pasillo arriba y abajo, entre góndolas de bonito. Y últimamente están encantadores porque se ve que, además de repartirse beneficios, quieren tener un gesto amable con nosotros. Hay cartelitos para que sonriamos: no hay pez en el mar como este calamar (en la pescadería). Otros que incitan al amor: atún lado, me siento seguro (laterío); quesémonos (quesos, obvio) o contigo estoy en mi salsa (de tomate). Otros un poco raros: tú y yo en una lavadora, piénsalo (detergentes).

Pero la mayoría son guiños sexuales: ¿quieres rollo? (papel higiénico), meriéndate un yogurín; desde que amanece, apetece (cafés); me caliento en nada (tortillas) o apechúgame una noche más (pollo).

Avergonzada por la exploración, por la tarde hago incursión en la cultura, en el festival CrossOver sobre series de televisión y voy al coloquio '¿cómo se rueda el sexo?'. Una actriz, protagonista de 'Nacho' sobre el actor porno Nacho Vidal, cuenta cómo se escandalizó su entorno por su papel en la trama, ningún reproche a que hiciera de narcotraficante y asesina en 'Entrevías'. Nos va más el sexo de supermercado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad