«El objetivo de Cabezudo no era hacer fotos, era abusar sexualmente de las víctimas»

El abogado de la acusación particular afirma que tenía «un proceder criminal perfectamente trabajado para proporcionarse impunidad»

Aiende S. Jiménez

San Sebastián

Martes, 12 de abril 2022, 13:03

La acusación particular que representa a las víctimas del caso Kote Cabezudo afirma que el fotógrafo tuvo durante décadas un «proceder criminal perfectamente trabajado para proporcionarse la impunidad» y con el cual conseguía su objetivo, «que no era hacer fotos, era abusar sexualmente de ellas». ... El abogado Mario Díez, que presenta acusación por 17 mujeres y representa a otras cuatro cuyos delitos han prescrito, ha señalado en su informe final que cuando las modelos firmaban un contrato con el acusado «vendían su alma al diablo», y que ese documento «no supera el más mínimo filtro de legalidad». Esta acusación pide más de 2.700 años de cárcel para Cabezudo.

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El letrado ha comenzado su intervención extendiendo al tribunal y al resto de las partes «el agradecimiento de las víctimas» por el trato recibido durante el juicio, «el cual no siempre han encontrado durante el procedimiento». Y se ha dirigido a los magistrados de la Audiencia de Gipuzkoa señalando que «lo más importante para las víctimas es el relato de hechos probados. Entienden que la mejor forma de hacer justicia a lo que han sufrido es que sea fidedigno con lo que ocurrió, que contemple aquello que sufrieron a manos del acusado, de la forma más completa posible». En este sentido ha señalado que «lo que ha ocurrido no es la suma individual» de los delitos denunciados por cada víctima, sino «un patrón de comportamiento que ha posibilitado la impunidad del acusado durante décadas».

Díez ha insistido en la forma de proceder del acusado respecto a las modelos que acudían a su estudio. «Esta no es la historia de un fotógrafo que aprovecha su profesión para tener contactos sexuales con modelos que le ven como una oportunidad de hacer crecer sus carreras», ha dicho, «esta historia es la un dentista que se sirve de la fotografía para cometer abusos sexuales y producir pornografía infantil», y que lo hizo «valiéndose de una imagen de profesionalidad y prestigio».

Así, ha señalado que las «niñas que querían ser modelos» acudían al fotógrafo, pero que al firmar un contrato con él «vendían su alma al diablo», en el que tras una primera sesión «normal», el documento pasaba a «incluir desnudos». Que ese contrato «ataba muy bien que tenía una cesión universal» de las imágenes, en las que buscaba «una imagen infantil» de las chicas. Ha continuado relatando que durante las sesiones, las cuales realizaba con algunas chicas «dos veces por semana», el acusado «iba acumulando material cada vez más sexualizado», «explorando» las respuestas de las modelos a sus «abusos» para así evaluar «cuál era más vulnerable, con cuál podía ir más lejos».

Abusos, tanto tocamientos como penetraciones, que ha señalado que el acusado grababa en vídeo y que se podían descargar de sus páginas web pagando. Unos actos que se ya se producían «en 1987», según una de las testigos, y sobre los que ha señalado «que no es palabra contra palabra», sino que están «documentados fotográfica y videográficamente». En este sentido se ha referido a que el acusado niega todos los hechos, «pero hay vídeos a disposición del tribunal en los que se ven esos abusos, en los que se demuestra que no hay ninguna voluntad en todo lo que ocurre, por lo que la sensación es de que renuncia a su defensa».

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Sobre la difusión de las imágenes de las modelos en sus páginas web, ha asegurado que en la fotografía artística «el nombre de la modelo no es relevante», y que al adjuntar el nombre de las víctimas a sus fotos las convertía «en actrices pornográficas».

150 violaciones

El abogado ha ido desgranando los tipos delictivos que imputa al acusado, entre ellos la estafa, el delito contra la intimidad, la integridad moral y los delitos sexuales, y ha ido deteniéndose en cada víctima. Una de ellas denuncia haber sufrido agresiones sexuales en 150 ocasiones, y su letrado ha aportado al tribunal un detalle de las rutas de los discos duros del acusado en las que asegura «aparecen acreditadas documentadas con fecha esas 150 agresiones», 18 de las cuales se produjo penetración. «Todo lo que hemos trasladado ha sido plenamente acreditado», ha insistido el letrado.

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