- Han transcurrido cuatro semanas de juicio. ¿Qué impresión tiene de lo que ha presenciado hasta ahora?
- Diría que bastante buena teniendo en cuenta además que durante este tiempo hemos visto pasar por el estrado a todos los testigos de la Fiscalía. Pero esta fase ya ha terminado y creo que no nos ha ido tan mal. Las personas que han declarado no han aportado, bajo mi punto de vista, pruebas incriminatorias determinantes. Y ahora, a partir del próximo día 7, llega el turno de la defensa. Trataremos de demostrar que Pablo no es autor de los asesinatos que se le imputan. Como dice Andrés Krakenberger: 'nos han dado ochocientos golpes y solo dos nos ha dolido un poco'. De todas formas, al margen de las percepciones que nosotros tenemos, no debemos olvidar que son los miembros del jurado los que tienen que valorar lo que dicen unos y otro y posteriormente decidir.
- Es el tercer proceso contra su hijo. ¿Qué diferencia observa entre los anteriores y este?
- Este juicio no tiene nada que ver con los otros. En los primeros procesos, el fiscal era el gran dominador. No tenía en frente a nadie que rebatiera sus argumentos. Pero ahora no es igual. Ve que su dominio no es tal. Tiene ante sí a un equipo de abogados de gran talla que rebate sus argumentos y que le pone en situaciones que no esperaba. Es muy fácil para un carnero grande pelearse con uno pequeño, pero si le pones otro de su talla, la cosa cambia. Es lo que ha sucedido esta vez. La Fiscalía, que en los juicios anteriores no tuvo oposición alguna en el abogado de Pablo, ve que la situación ha cambiado.
- ¿Qué le está pareciendo la actuación del fiscal?
- Hay dos fiscales asignados. Uno es el oficial y el otro es Chuck Morton, el mismo de los casos anteriores que estaba retirado pero al que han rescatado para este asunto. El peso de los interrogatorios los ha llevado el veterano. Morton es muy bueno, si bien los años también pasan para él. Sus interrogatorios resultan muy largos tediosos y si a nosotros, que tenemos a Pablo sentado en el banquillo, nos aburre, imagino que al jurado le sucederá lo mismo.
- ¿Cree que si llegado el momento y ve que no hay suficiente prueba contra Pablo retiraría la acusación?
- Yo creo que no. Este asunto es un caso de honor para ellos. Irán hasta el final tengan pruebas o no.
«La Fiscalía irá hasta el final tenga pruebas o no; para ellos es un asunto de honor»
- ¿Ha habido algo que les haya molestado de su actuación?
- Sí, hubo un detalle que demuestra que está dispuesto a todo. A un testigo, al término del interrogatorio, le preguntó si tenía algo que añadir. Este desveló entonces unos hechos sobre la existencia de una pistola parecida a la que se empleó en el crimen. Lo sorprendente es que el juez había prohibido que se interrogara sobre este hecho. Claro, el fiscal no le interrogó pero está claro que había pactado con el testigo lo que tenía que decir. Y encima lo escenificaron un viernes para que el jurado tuviera aquello en la cabeza durante todo el fin de semana. Además, lo planificó sabiendo que el arma no fue utilizada en los asesinato como se demostró en las periciales.
- ¿Y qué le parece que haya aportado una prueba de ADN hallada en una camiseta cuando en los juicios anteriores no había presentado nada al respecto?
- Qué te voy a decir... que resulta todo muy extraño. En las pruebas que se habían realizado para los juicios anteriores, nunca había aparecido un solo rastro. Y después de dieciséis años, nos traen esta mancha. Lo curioso es que cuando la prenda llegó a los laboratorios, el sobre en el que venía, en lugar de estar cerrado con su correspondiente precinto estaba abierto. Se produjo un fallo en la cadena de custodia. Si hubiese sido la camiseta que Pablo, estaría rebosar de ADN suyo. Pero hay más: la prenda tiene otros restos que no se sabe a quién pertenecen. Es evidente que solo están centrados en tumbar a Pablo. Esta magnificando esa mínima muestra.
-¿Cómo está viendo la labor del juez?
- Creo que no está siendo todo lo imparcial que debería. Entiendo que no nos favoreció en la selección del jurado y pienso que ha estado más permisivo con la acusación que con la defensa. No se entiende, por ejemplo, que no nos haya permitido hacer referencia al caso de Sthet Peñalver, que fue acusado de los mismo crímenes y quedó absuelto. ¿Por qué no se puede traer a colación los antecedentes que hay?
«Hay tres jurados que llevan dos semanas sin tomar notas; igual lo tienen decidido»
- ¿Y cuál es la impresión que le está causando el jurado?
- Al principio estaba muy pendiente de todo lo que sucedía en la sala. Sin embargo, según han ido pasando los días parecen más aburridos. Tres de ellos llevan dos semanas sin tomar ninguna nota. Igual es que se han hecho ya una composición de lo que sucedió y lo tienen bastante claro. Lo que si observó es que están más atentos a lo que la defensa dice. Creo que eso es bueno. Pienso que el jurado será lo suficientemente inteligente como para ver que no hay pruebas contra Pablo.
- Pero Gary Foy, un testigo, dice que el día de autos vio a Pablo salir de la casa en la que se cometieron los hechos
- Es un testigo que no tiene credibilidad. Nosotros sabemos que ha mentido. Incurrió en graves errores. Afirmó que vio a Pablo salir de la casa de las víctimas sobre las 7.15 ó 7.20 horas cuando se ha verificado a través de las imágenes del vídeo que grabó los hechos que Sucharski efectuó una llamada telefónica a las 7.18 horas de aquella mañana. Y se sabe también por la misma grabación que los intrusos entraron a la vivienda tres minutos después. Y se conoce igualmente que los asaltantes permanecieron 22 minutos. Por lo tanto, no pudieron salir antes de las 7.40. Pero luego hay otra circunstancia que demuestra también que falta a la verdad. Desde su vehículo, era un modelo van, del tipo de las furgonetas, era imposible que viera a las personas que iban en el Mercedes descapotable de Sucharski que es mucho más bajo. Y además afirma que lo vio en un semáforo que dura dieciséis segundos. Es un testigo que no se sostiene, es creado.
- ¿Hay algún otro testigo que le preocupe?
- El otro que acusa a Pablo es Klemenzo, pero ha quedado demostrado que ha mentido y que además cobró de la Policía 1.000 dólares para que reconociera a Pablo. Su testimonio, por tanto, no tiene ningún valor. Y es vergonzoso que la acusación haya presentado su declaración como prueba.
- De lo que usted conoce y ha visto hasta el momento, ¿cree que hay pruebas que incriminan a Pablo?
- No hay una prueba clara. Hay un vídeo en el que se ve a una persona que se parece a Pablo. Están también las declaraciones de personas que mienten claramente. Y luego la acusación nos ha traído a un montón de policías para explicar lo bien que trabajan, pero que no han presentado prueba alguna de que Pablo cometiera los delitos.
- En los procesos anteriores Pablo no tuvo la defensa que todo acusado merece. Lo dijo el Tribunal Supremo de Florida y por ello ordenó repetir la vista. ¿Cómo está viendo a sus actuales abogados?
- Están haciendo todos un trabajo excelente. Joe Nascimento, por ejemplo, ha estado fantástico en todos los interrogatorios sobre ADN. Ha mostrado tener un gran conocimiento en la materia. No es nada fácil interrogar a los peritos como lo ha hecho él. Y el abogado que presentó el informe preliminar fue también muy contundente. Forman un gran equipo. Confiamos mucho en ellos.
«Pablo está un poco nervioso pero es normal; se está jugando la vida»
- ¿Cómo se encuentra Pablo? ¿Le ve esperanzado?
- Está bien, pero un poco nervioso. Es lógico. Sabe que se está jugando la vida. A veces piensa que en un interrogatorio igual se podía haber sacado un mayor rendimiento, pero en ese terreno no nos podemos meter. Los abogados saben lo que hacen. De todas formas, le veo esperanzado.
- ¿Y cómo está a familia?
- Estamos unidos y confiados en que todo va a salir bien Esa es nuestra esperanza. Yo he ido todos los días al juicio con Mimi, una hermana de Tanya, la mujer de Pablo. Esta no puede acudir porque fue testigo.
- ¿Cómo está viviendo precisamente Tanya este proceso?
- Pues también con cierto temor. Vuelvo a decir que lo que está en juego es la vida de Pablo. Al igual que los demás está esperanzada, pero la pregunta que se hace y que nos hacemos todos es '¿y sale culpable?'. Después de los fracasos que hemos tenido, el miedo existe. Es inevitable.
- ¿Y Michael, su otro hijo y hermano de Pablo?
- Igual es el más tranquilo de todos.
- A partir del próximo 7 de enero, empieza otra fase del juicio. Llega del momento de la defensa. ¿Qué espera de ella?
- Creo que nuestro experto en reconocimiento facial, Raymon Evans, dirá lo que ya dijo durante la apelación. Que no es posible llegar a la conclusión de que el autor de los disparos y Pablo sean la misma persona. Explicará también que las diferencias que hay entre uno y otro arrojan muchas dudas acerca de cualquier conclusión de que Pablo sea la persona que aparece en la cinta de vídeo o las imágenes extraídas de éstas. Y luego comparecerán nuestro especialistas en ADN que demostrarán que el rastro hallado en la camiseta es producto de una contaminación.
- ¿Para cuándo cree que habrá veredicto?
- Los abogados calculan que para mediados del mes de enero el juicio habrá terminado, siempre que la Fiscalía no lo alargue.
«Los familiares de las tres víctimas se sientan en un lado de la sala y nosotros en el otro»
- ¿Cómo se está viviendo este juicio en Florida.
- Allí nadie sabe nada de lo que está sucediendo puertas adentro del Palacio de Justicia.
- ¿No me diga que los medios de comunicación locales no lo están siguiendo?
- Hay solo un periodista que acude, pero que no escribe a diario. Y las televisiones pasan de asistir.
- ¿Entonces, quiénes acuden habitualmente a las sesiones del juicio?
- Familiares. La única vez que la sala se lleno fue el primer día cuando asistieron los senadores y congresistas españoles. Por lo demás, solo estamos nosotros.
- ¿Y están también los familiares de las tres personas asesinadas?
- Por lo general suelen acudir tres o cuatro personas: la madre de una de víctimas, la hermana de otra, un chico de unos 23 años hijo de otra de las jóvenes asesinadas y la hija de Sucharski. El primer día, tras oír al fiscal, esta última dijo que si ella fuese miembro del jurado, ahora mismo le sacaba a Pablo de prisión. Dijo que por lo que pudo escuchar, pensaba que no había caso.
- ¿Se han dirigido a ustedes?
- No hablamos con ellos y ellos tampoco con nosotros, salvo alguna esporádica conversación que hemos tenido con la hija de Sucharski. Ellos se sientan en un lado de la sala y nosotros en otro.
- ¿Y ustedes se han acercado a ellos?
- Tampoco. Tenemos un profundo respeto hacia ellos, lamentamos lo que se les sucedió y mostramos nuestra solidaridad hacia ellos. Nosotros también deseamos que la Policía dé con aquellos que mataron a sus seres queridos. Nosotros lo que sabemos es que no fue Pablo.
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