«¿Usted ve que yo lleve una pistola?»

La tensión fue palpable desde la primera pregunta. El acusado había solicitado declarar con un libro del fotógrafo David Hamilton a mano. «En una comparecencia en instrucción usted comparaba su trabajo con el suyo. ¿Está comparándose con un hombre que violaba a mujeres?», dijo el representante del Ministerio Público, lo que provocó la reacción de la defensa, que formuló protesta. «Solo pregunto si era conocedor de que este hombre fue condenado por pornografía infantil», insistió el fiscal. «Hamilton fue invitado al Museo San Telmo de San Sebastián, dudo que una persona acusada de pornografía fuese invitado, y además su trabajo no se vendería», espetó Cabezudo.

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Fue el inicio del diálogo entre ambos, que volvió a trabarse cuando el acusado insistió en explicar al tribunal cómo realizaba sus sesiones fotográficas para evitar así responder sobre esa cuestión al fiscal al respecto de cada una de las víctimas. «Usted contesta y el fiscal pregunta », le dijo el magistrado. A lo que Bermúdez replicó: «¿Aunque se vaya por las ramas? ». «Usted pregunta lo que quiere y él responde lo que le da la gana. Intentemos hacerlo fluido porque si no, no vamos a terminar nunca», zanjó su señoría.

Pero el momento más tenso se produjo durante las preguntas sobre una de las víctimas, a las que el acusado realizó fotos desnuda cuando tenía 17 años. «Ella presentó una denuncia y la Ertzaintza me llamó y me dijo que me habían imputado. Cuando les llevé el contrato me dijeron que la causa judicial se cerraba y que ya no estaba imputado ». «¿Quién le dijo eso?», dijo el fiscal. «La Ertzaintza del Antiguo», contestó. «¿Usted ve que yo lleve pistola? », le dijo Bermúdez visiblemente enfadado, aclarando que ninguna policía inicia una causa judicial. «Perdón, ha sido una equivocación », dijo el fotógrafo, después de que sus abogados volvieran a emitir protesta.

Además, durante la sesión el representante del Ministerio Público interrumpió en varias ocasiones al acusado para que acotara sus respuestas a sus preguntas, mientras que Cabezudo insistía en que «tenía que exponer el contexto, no pueden ser sí o no».