Las obras de la pasante soterrada del Topo Altza-Galtzaraborda han llegado ya a su ecuador, con la previsión de que esta línea pueda estar operativa a lo largo de 2026. Con su puesta en marcha, la estación de Altza dejará de ser un ... fondo de saco y los trenes podrán continuar desde ahí hasta Pasaia-Errenteria. Esta continuidad, junto a la que también ofrecerá la pasante de Donostia por La Concha y Benta Berri, permitirá que el servicio de Euskotren aumente hasta alcanzar una frecuencia de un convoy cada 7,5 minutos.
Los trabajos avanzan según los plazos previstos. A día de hoy, está prácticamente excavado el túnel entre Pasaia y Altza, del que faltan apenas «unos 130 metros» en el extremo donostiarra. En el lado pasaitarra, la horadación ha llegado ya hasta el punto donde se ubicará la estación subterránea, en el centro de Antxo. De hecho, se ha empezado a ejecutar ya la cubierta del futuro apeadero. Una vez finalizada esta cubierta, comenzará a excavarse la caverna que acogerá la estación.
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2026
es el año en que está previsto entre en servicio la línea subterránea entre Altza (Donostia) y Galtzaraborda (Errenteria). Una vez operativa, se derribarán a finales de 2027 la estación y las vías que hoy dividen Antxo.
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Los tramos
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Altza-Pasaia
El túnel está casi finalizado, a falta de 130 metros en el extremo donostiarra.
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Estación de Pasaia
Se ha comenzado a construir la cubierta, tras lo que se excavará la caverna que acogerá el apeadero. Esta cubierta permitirá reabrir en superficie una parte de la Alameda «para Sanfermines».
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Galtzaraborda-Pasaia
Los trabajos comenzarán «en un par de meses» y durarán «un año».
La construcción de la cubierta permitirá que a ras de tierra Pasaia recupere en breve para uso ciudadano una parte de la Alameda, ahora cerrada por obras. Concretamente el tramo que va de Hamarretxeta a Eskalantegi. El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola (PSE), anunció este miércoles que esa zona volverá a ser utilizable por los pasaitarras «para Sanfermines».
Derribo a finales de 2027
La estación subterránea, que se ubicará bajo la plaza anexa a la calle Gure Zumardia y tendrá un acceso por la calle Eskalantegi, un ascensor en la misma plaza junto a la iglesia, y una salida de emergencia en el entorno de Hamarretxea, permitirá a su vez derribar la estación actual y todo el trazado de vías que en la actualidad divide en dos el distrito de Antxo. Ese derribo está previsto que se ejecute a finales de 2027.
Arriola visitó las obras en compañía, entre otros, del viceconsejero de Infraestructuras de Transportes, Pedro Marco; del director general de Eusko Trenbide Sarea (ETS, la empresa pública encargada de ejecutar las obras), Ernesto Martínez de Cabredo; y del alcalde pasaitarra, Teo Alberro (EH Bildu). El consejero recordó que la línea Altza-Galtzaraborda fue «uno de los primeros proyectos que lancé tras volver al departamento de Transportes en 2020. Es una obra estratégica para permitir elevar las frecuencias del Topo hasta los 7,5 minutos».
Con el túnel entre Altza y Pasaia casi concluido y las obras de la estación subterránea de Pasaia recién iniciadas, queda comenzar la horadación del túnel entre Pasaia y Galtzaraborda, que prevé iniciarse por el barrio de Errenteria «en un par de meses y cuyos trabajos se prolongarán alrededor de un año», explicó Arriola. «Para comenzar esta labor resta una única línea de anclajes y el emboquille está preparado. En la actualidad se acometen trabajos preparatorios como las instalaciones del túnel, la depuradora, los decantadores, los accesos para la rozadora...».
El alcalde de Pasaia se felicitó del avance de las obras y pidió a ETS que estas «se ejecuten en los plazos previstos», porque es una actuación «primordial para poder seguir dando pasos adelante en el diseño del futuro pueblo que los y las pasaitarras merecen. La eliminación del viaducto unirá a los pasaitarras y nos acercará a los pueblos de alrededor», remató Alberro.
La línea que enlazará bajo tierra las estaciones de Altza y Galtzaraborda a través de Pasaia, de dos kilómetros de longitud, comenzó a construirse en febrero de 2022 y requiere una inversión de 64 millones de euros. Con ella se completa la variante ferroviaria en doble vía que, en su primera fase, llevó el Topo desde Herrera hasta Altza en 2016.
Desde el punto de vista medioambiental, durante las obras ha habido que desviar la regata de Molinao, que ya ha recuperado su curso habitual.
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