
a. lerate
Viernes, 17 de abril 2020, 12:38
El abastecimiento de mascarillas a la población se ha convertido en una necesidad en tiempos de coronavirus. Depender del exterior para disponer de las suficientes unidades para dar respuesta a la demanda no es una buena opción. De ahí que se haya decidido producir aquí y a gran escala. Un mes después de decretarse el estado de alarma, ya está todo en marcha.
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Euskadi recibió este viernes, tras llegar directas en avión desde China, tres de las cuatro máquinas para fabricar mascarillas quirúrgicas, tipo 2R (superiores a las EPIs) procedentes de la planta de Mondragon Assembly en el país asiático. Estos equipos permitirán producir 10 millones de protectores quirúrgicos al mes.
La máquina se instalará en la sala blanca que la firma guipuzcoana Bexen Medical tiene en Etxabarri ,y a finales de año se trasladará a sus instalaciones de Hernani, según confirmaron a este periódico fuentes de Bexen Medical, marca con la que trabaja la cooperativa Oiarso.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció la llegada de estas nuevas líneas de producción y destacó «el tiempo récord» con el que se han desarrollado las máquinas. Su recepción permitirá, sin necesidad de depender de importaciones, satisfacer la creciente demanda de estos protectores desde que estalló la crisis del coronavirus.
Maroto destacó el «éxito» de las nuevas líneas de producción de mascarillas, consecuencia del trabajo conjunto que Industria está desarrollando con el grupo Mondragón. Tres de esas máquinas recalarán en Euskadi, concretamente en la sala blanca que la firma guipuzcoana Bexen Medical tiene en la localidad vizcaína de Etxebarri. Está previsto que las máquinas trabajen a pleno rendimiento a final de este mismo mes de abril. El objetivo es producir 60 millones de mascarillas quirúrgicas en los próximos seis meses, a razón de 10 millones de unidades por mes.
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Los primeros contactos entre la Agencia Española del Medicamento (AEM) y la cooperativa que pertenece a la Corporación Mondragon se remontan al 13 de marzo, un día antes de que se decretara el estado de alarma en el país. Entonces, ya llegaban los primeros ecos de las protestas de los sanitarios por la escasez de material de protección adecuado para atender a los pacientes afectados por el Covid-19.
A Bexen Medical se le trasladó que la urgencia de la propuesta era «impresionante» por la dependencia que tienen los países europeos de la producción china. Oiarso no tuvo que ir muy lejos para encontrar la solución. Lo hizo dentro de la propia Corporación y para ello, contactó con la también guipuzcoana Mondragon Assembly, que fabrica en China máquinas para producir, y a la que encargaron cuatro equipos. De uno se hará cargo el Ministerio de Defensa y se instalará en Burgos, mientras que los otros tres están destinados a la empresa de Hernani, aunque en un primer momento recalen en Etxebarri.
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