Mari Trini, en un escenario, en plena actuación. alberto martín/EFE
El arte de vivir

Mari Trini y nosotras que le debemos tanto

Icono feminista ·

Su canción 'Yo no soy esa' se ha convertido en un himno para muchas mujeres. Escuchen la versión de La Bien Querida y su vídeo en YouToube y lo entenderán

Cristina Turrau

San Sebastián

Sábado, 12 de marzo 2022, 07:10

Antes de dedicarme al periodismo 'full time' –o casi– trabajé en una tienda de discos de Gros. Cruzaba el puente los sábados con mi querida tía Alicia, contable y vendedora ilustrada, que siempre tenía una palabra sabia para quien acudía al local. Al salir, además, ... me invitaba a la merienda. En aquella tienda se vendían muchos discos de Mari Trini, que a mí –quizás por sus portadas clásicas de la época– no me parecía una moderna. Pero esta semana, con motivo de las marchas moradas del Día de la Mujer, me vino a la memoria el hoy himno feminista 'Yo no soy esa'. Y ya no he podido quitármelo de la cabeza.

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Busco historias de la cantante y aparece la versión de la bilbaína La Bien Querida, que les recomiendo. El gran talento de Mari Trini está detrás del gran éxito del que disfrutó y que administró además con mucho 'saber hacer', según relatan quienes la conocieron o conocen conocen su carrera.

Muchas letras de sus canciones hablaban del amor. Ahí está otro de sus hits, 'Amores', una canción que puede escucharse en YouToube y conviene volver a oír.

Los entrevistadores preguntaban a Mari Trini por qué no se había casado, y ella, sabiamente, salía por la tangente. La cantante tuvo como pareja durante 40 años a Claudette Loetitia Lanza, oficialmente su secretaria personal. Pero ser lesbiana en su época no era algo de lo que se pudiera hablar en público, cuando hasta 1995 aún existía la ley de peligrosidad social.

Y si las mujeres le debemos a Mari Trini su 'Yo no soy esa', también tenemos una gran deuda de reconocimiento con Ana Orantes, aquella mujer entrañable que en 1997 relató en un plató –a la periodista Irma Soriano en Canal Sur– el maltrato sistemático recibido por su exmarido durante más de 30 años. Contó además que el hombre había abusado de dos de sus hijas.

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Trece días después de su aparición en televisión, el abusador la roció con gasolina y la asesinó. El caso de Ana Orantes fue el germen de la ley de violencia de género de 2004. Porque hasta hace nada, los golpes y las muertes de mujeres a manos de sus parejas o de sus 'ex' eran una cosa exclusiva de la intimidad del hogar. Está bien recordar su caso como homenaje y recomiendo para ello el ya histórico podcast de la periodista Noemí López Trujillo, un trabajo de investigación realizado a los 20 años de la muerte de Ana Orantes y que lleva por título 'Lo conocí en un Corpus'.

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