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La calle de la memoria
1924 | La bronca en una churrería acabó con huida y tirosHace un siglo, los donostiarras juerguistas se reunían al amanecer en la churrería de la calle San Jerónimo. Allí hace un siglo intentaron detener a ... un revoltoso y, ante su huida, un guardia le disparó a las piernas.
No añadimos ni una coma a la transcripción de lo que escribieron en el diario 'El País Vasco' el 13 de marzo de 1924...
«En la churrería de la calle de San Jerónimo, sitio donde la gente trasnochadora y amiga de beber se reúne a las primeras horas del día, estaba un sujeto, habitante de Igueldo, que, sin duda, en cuanto bebe siente deseos de promover escándalos, de pendenciar y aun de agredir. De su temperamento y del alcohol que le habían servido en la churrería, como en otros sitios antes de ir a ella, surgió la reyerta».
1924
Una reyerta entre unos bebedores trasnochadores en la churrería de San Jerónimo terminó con uno de ellos huyendo a la carrera y un guardia disparándole a las piernas. ¿Qué piensan que dijo el gobernador civil al respecto?
«Dicho sujeto, que se llama Maximino Recondo Landa, insultó a otros de los comedores de churros y de los bebedores de anís y de vino en superabundancia. Respondió el insultado con frases de grueso calibre. Y entonces, Maximino, que es hombre fuerte (...), dió de puñadas a su contrincante. Decimos que dió de puñadas, cuando mejor sería decir de coces. El escándalo fue enorme. Se requirió la pareja de guardias de Seguridad, que constantemente tiene que situarse en las inmediaciones de la churrería (...)».
«Los guardias le detuvieron. Le llevaron a la Comisaría y sobrevino el mayor accidente al llegar a la Brecha. Recondo Landa (...) huyó a toda velocidad, sin que se detuviera ante las intimidaciones de los guardias, que daban muestras evidentes de ser excelentes 'crossmen' y de que estaban dispuestos a batir un récord de pedestrismo. Pero el campeón era Maximino, que se alejaba velozmente, 'despegándose' de los perseguidores como si estuviese perfectamente entrenado».
«Los guardias le hicieron dos disparos de pistola, al aire, con solo el propósito de intimidar al fugitivo. Pero pareció que las detonaciones espoleaban a Recondo, que alcanzó máxima velocidad».
«Al darse cuenta de que se les escapaba el detenido, uno de los guardias disparó a las piernas de Maximino, con tal acierto que le atravesó de un balazo el tercio superior de la pierna derecha. Cayó herido y los mismos guardias le llevaron a la Casa de Socorro, donde los médicos estimaron que la herida no es grave, pero sí de bastante consideración. Luego, al 'bronquista' herido se le condujo al Hospital».
Un aspecto llamativo del caso fue la reacción del entonces gobernador civil de Gipuzkoa, Juan Arzadun, quien «habló ayer mañana del suceso que antecede, lamentándose de él sinceramente. (...) La primera autoridad de la provincia opina que el guardia autor de los disparos se extralimitó en el cumplimiento de su obligación, ya que la represión de un hecho delictivo ha de estar en consonancia con él, y un escandaloso no es un criminal».
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