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Resuenan los tambores en nuestra calle de la Memoria, como harán toda esta semana, Hoy retrocedemos hasta el año 1924, cuando se data la primera ... izada y arriada de bandera en las medianoches del 19 al 20 y del 20 al 21 de enero en 'Consti'.
Nada que ver con la actual. Aquello fue sin más que los empleados municipales siguieron las órdenes del alcalde Antonio Vega de Seoane, de que la bandera de la ciudad ondease en el balcón de la entonces Casas Consistorial exactamente durante las 24 horas de la festividad de su patrono. La subida y retirada de la enseña se hizo en 1924 como una formalidad aséptica, apenas con algunos curiosos en la plaza. Habría que esperar hasta 1927, cuando la Banda Municipal de Txistularis acompañó lo que ya se iba conformando como un acto y, sobre todo, al año 1934, cuando la recién creada sociedad Gaztelubide se sumó.
1924
Hace un siglo empezó la izada de la bandera en la plaza de la Constitución, tan distinta a la actual. Y se montó 'La Gran Retreta', un espectáculo brillante para la noche del día 20 que aunaba tamborradas, bengalas y carrozas iluminadas.
Estamos hace un siglo, en 1924, cuando la tamborrada ya se entendía como una fiesta distinta a la del Carnaval y había ganas de darle mayor empaque. La existencia de pocas compañías y el deseo de organizar un acto central favoreció que se organizase lo que se llamó «la Gran Retreta», un desfile por las calles céntricas que agrupaba a tamborreros de distintas sociedades, además de bandas de música y carrozas.
El hecho de que la Gran Retreta se celebrase a partir de las diez la noche del día 20 hizo que la luz fuese uno de sus ingredientes más llamativos. Las carrozas estaban iluminadas y la comitiva iba rodeada por soldados (verdaderos, del cuerpo de Artillería) y bomberos con teas.
En 'El Pueblo Vasco' describieron así el 22 de enero de 1924 aquella Gran Retreta que, pese a su espectacularidad, no cuajó, puede que por el cansancio de hacer doblete en la salida de la tamborrada de cada sociedad más la retreta, y sólo se celebraría aquel año y en 1925...
«Este espectáculo fue el que mayor brillantez llegó a alcanzar, pues fue presenciado por millares de almas. Partió del local de la Feria de Muestras (paseo del Árbol de Guernica) y después de recorrer varias calles llegó hasta la Plaza de la Constitución».
«Abrían la marcha tres heraldos a caballo y les seguía un camión iluminado y adornado profusamente con la banda de clarines de los artilleros vitorianos. Venían luego los tamborreros de Euskal Billera y Donosti-Zarra con tambores y barriles, dando custodia a su carroza adornada con grandes dibujos alusivos, que eran proyectados por la potente iluminación interior».
«Los de Umore-Ona, Gaztelupe y la Artesana daban guardia a la suya, no menos artística, de gusto chinesco y ostentando mil diabólicos y fantásticos dibujos». (Qué pena que no se conserven fotografías que nos permitan apreciarlos).
«Aun seguía una tercera carroza de la sociedad Gu-guera, que llevaba un gran cartelón de saludo a Arrate. Cerraban la marcha en otro camión los clarines de Almansa».
«A ambos lados de esta comitiva inacabable y abigarrada, dos hileras de bomberos, guardias municipales y soldados de Artillería iluminaban el tránsito con largas teas de bengalas y otros fuegos de artificio», concluía la crónica periodística de hace un siglo.
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