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La calle de la Memoria nos lleva hoy sesenta años atrás, para descubrir de qué se hablaba en San Sebastián el 2 de abril de ... 1965. Para empezar, era tema de conversación cierta licencia que más adelante tendría sus críticas pero que nuestro diario recibió positivamente...
«Tras muchos dimes y diretes y después de pensarlo con calma, se autorizado la construcción de un hotel en el monte Igueldo. ¡Ya iba siendo hora! Bueno, una vez que se ha autorizado, la cuestión es que se edifique pronto y bien, puesto que nos estamos quejando de la falta de hoteles en San Sebastián. El lugar es magnífico: desde allí se admira uno de los panoramas más bellos del mundo».
El Hotel Monte Igueldo se inauguraría el 19 de mayo de 1967, un año antes de la puesta en funcionamiento del mítico Cosmicar. Al empezar abril de 1965 también daban que hablar ¡las ruedas de los carros!
«Hace tiempo –escribían en 'Sirimiri'– se dictó una norma en virtud de la cual todos los transportes de tracción animal debían llevar ruedas de goma. Se dio un plazo para que las ruedas se cambiaran. El plazo expiró hace mucho tiempo, pero todavía circulan por ahí carros, tirados por cansinos caballos, que tienen las ruedas de hierro».
«Visita al colector: Los alumnos del cuarto curso de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, que se hallan de viaje de estudios, visitaron ayer las obras del colector de Ibaeta. Aquí aparece un grupo de ellos, con el ingeniero director de las obras, Sr. Zuazola. (Foto Aygüés)».
El 2 de abril de 1965 se hablaba también de un providencial salvamento ocurrido en el puerto donostiarra...
«Ayer, sobre las cinco menos cuarto, cuando el obrero estibador del puerto donostiarra Angel Tellechea Echeveste, de 56 años de edad, se hallaba entregado a sus tareas habituales, tuvo la mala suerte de caerse al agua, desapareciendo su cuerpo rápidamente».
1965 Hace sesenta años
se hablaba en San Sebastián del salvamento providencial ocurrido en el puerto, de la licencia otorgada para construir el Hotel Monte Igueldo... y hasta de las ruedas de los carros se hablaba
«Dio la casualidad de que se hallaba presenciando la escena el bombero socorrista Fernando Hernández, quien sin dudarlo un solo instante, se arrojó al agua y logró extraer del fondo del puerto al citado obrero. Inmediatamente le practicó la respiración artificial, logrando la recuperación de Angel Tellechea, quien fue trasladado a la Casa de Socorro, para completar la cura, quedando restablecido. No obstante, ingresó en el Hospital Provincial, en observación».
En el diario destacaban la atinada y rápida intervención de su salvador: «La actuación del bombero Fernando Hernández mereció cordiales elogios y felicitaciones del público congregado en el puerto donostiarra».
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