

Secciones
Servicios
Destacamos
Hoy en día está subiendo el precio de la docena de huevos y hace 55 años lo estaba haciendo el del manojo de cebollas. Sobre ... ello, el precio de las 'tipulak', escribieron en DV el 26 de marzo de 1970 en los siguientes términos...
«Contigo, pan y cebolla, pero menos. La frase tiene otro significado en estos momentos, en los que no nos referimos a la expresión como simbolismo de un amor y de un sacrificio perfumado, por la cebolla, sino al precio de ésta».
«No sabemos si es la época de la cebollita fresca, que viene a prestar a las ensaladas un complemento muy grato, por la sencilla razón de que nos referimos a las cebollas vendidas ayer, en el Mercado de Gros, y no producto del tiempo, precisamente. (...) No, la cebolla era de la redonda, con capas protectoras bien recias, prestas a defender la zona comestible por mucho tiempo más».
Total, que era un cebolla vieja o de invierno y «su cotización alcanzó las 24 pesetas el kilo. Ayer nos llamaron para poner el grito en el cielo sobre el citado precio. En la provincia se cotizó algo más barata, entre 20 y 22 pesetas», soltaban el 26-III-1970.
1970 «Contigo, pan y cebolla, pero menos»
escribían hace ahora 55 años. El kilo de cebollas había subido en los mercados donostiarras hasta alcanzar las 24 pesetas. Ya resultaban más caras que las alcachofas
Por tener otros puntos de referencia, en otra página de DV encontramos los precios a que se estaban vendiendo los productos no en Gros sino en el desaparecido mercado del Antiguo. Las sardinas estaban a 24 pesetas el kilo, la misma cifra que las cebollas. Las alcachofas costaban un poco menos, 23. Y los plátanos un poco más, a 25 pesetas el kilo.
Como ahora, hace 55 años también interpelaban a los periodistas del diario...
«Pongan ustedes en el diario que la cebolla se cotiza a 24 pesetas el kilo».
Pues lo ponían, pero el anónimo comentarista no tenía claro que hubiese que poner un tope a su precio...
«Nos parece bien que a la cebolla se le ponga una cota mínima, pero en cuanto a la máxima, la cosa ya cambia, porque no se trata de una artículo de primera necesidad, sino un complemento directo de la instrumentación del plato y de muchos platos de nuestra cocina».
La subida del precio de la cebolla le servía para acaba aludiendo al consumismo...
«Es fácil pensar que la cebolla, a 24 pesetas kilo, resulta muy cara. Bastante más barata le resultaba al insaciable Sancho Panza, que no escuchaba el telediario de las tres de la tarde, ni coleccionaba en el congelador diversos, ricos y caros productos, ni suspiraba por una entrada para la Real-Atlético de Bilbao, ni se rompía la cabeza para saber cómo se iba a deshacer del utilitario '600' para cobrar unas pesetas y cambiarlo por otro cochazo más grande y bien tapizado. Hoy, que la devolución de letras repite más que la mismísima cebolla, no podemos quejarnos de que por un kilo de 'allium cepa' nos cobren dos docenas de pesetas».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Guerra contra los conejos que invadían la isla de Santa Clara
Mikel G. Gurpegui
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.