1970 | Dos plenos que pasaron «inadvertidos»

«Para los donostiarras, pasaron ayer inadvertidos dos importantes plenos municipales, que únicamente interesaron a varios funcionarios de la Administración Local. Las dos reuniones, una con carácter extraordinaria y otra, especial, son quizás de las más trascendentales celebradas últimamente».

A falta prácticamente de público, en nuestro periódico indicaban los nombres de todos los participantes en aquellos plenos, listado que nos trae recuerdos de los últimos años del franquismo...

La primera sesión, la extraordinaria, que comenzó a la 1 de la tarde, se hizo «bajo la presidencia del alcalde, don Felipe de Ugarte, y con asistencia de los tenientes de alcalde, señores Los Santos, Arrúe, Pidal, Fernández Iriondo, Irízar, Larequi y San Vicente; los concejales señores Alvarez de Eulate, Alvarez Torre, Aróstegui, Eizmendi, Iraola, Orlando, Ramos y Sánchez Eceiza; el secretario general interino, don Federico Larios Tabuenca, y el interventor de Fondos Municipales, don Emiliano Garmendia Lecuona (...). Excusaron su asistencia a la sesión los tenientes de alcalde señores Manzano y Barrero».

Todos ellos aprobaron la subida de las retribuciones a los funcionarios municipales y la aprobación inicial de la reparcelación de lo que entonces se conocía como el «polígono 1 (3) del Ensanche de Amara», o sea, Amara Berri a partir del instituto Usandizaga hasta Anoeta. A continuación celebraron los munícipes hace 55 años una segunda sesión, la especial, para aprobar los presupuestos de 1970, tanto los ordinarios del Ayuntamiento como los especiales destinados a Urbanismo y la Red Telefónica Urbana Municipal.

El presupuesto ordinario, «aprobado sin discusión», suponía una subida del 19,4% respecto del vigente el año anterior, alcanzando los 374,9 millones de pesetas. De ellos, 197,2 se dedicaban al capítulo de personal. Entre las partidas de aquellas cuentas municipales de 1970 se contemplaban 10,8 millones de pesetas para el apartado de Cultura, 5,5 para el Centro de Atracción y Turismo, un millón y medio para el Festival de Cine o 520.000 pesetas para subvencionar a la Casa de Misericordia.

En la misma sesión se aprobó el presupuesto extraordinario de Urbanismo, que alcanzó los 64,4 millones de pesetas, y el dedicado al teléfono. Hay que recordar que entonces todavía contaba San Sebastián con su propia red telefónica, de titularidad municipal, que requería abundantes fondos. Con una subida de 7 millones, en el año 1970 se decidió dedicarle 47,5 millones de pesetas.