La calle de la memoria

1974 | Plato del día en el tren: «helado de tortilla de patata»

«Son varios los lectores que nos escriben quejándose de lo mal que se come en algunos trenes de la RENFE, especialmente en los Talgos y en los Ter. Uno de estos lectores nos remite, haciéndola suya, una nota que publica Álvaro Cunqueiro en 'Destino'». Como en aquellos tiempos no se daba importancia a los derechos de autor, reproducían parte de aquel artículo (lo que, tiempo después, repetimos hoy).

«Nunca había probado yo el helado de tortilla de patatas a la española –empezaba Cunqueiro, rotundo–. El miércoles, seis del corriente, tomé en Madrid el tren TER que había de conducirme a Vigo. Llegó la hora de almorzar, y al camarero le pregunté cuál era el menú, y me dijo que tortilla y escalopines rebozados».

«Resultó que no había cocina en el tren, y sobre mi mesita apareció una bandeja, con un trozo más blanquecino que amarillento de tortilla y dos escalopes oscuros. Los cubiertos eran de plástico».

El aspecto no era bueno, pero al menos la tortilla escondía en su interior una sorpresa... «Dentro del trozo de tortilla había cristalitos de hielo, lo mismo que sobre la superficie de la carne. (...) La comida era prefabricada y refrigerada hasta que llegase a la mesa del viajero. Se dice la palabra inmundicia y no se ha dicho lo suficiente».

Y Cunqueiro miraba por la ventanilla, acordándose de las sopas de ajo, magras con jamón o cordero asado que había tomado en los lugares por los que pasaba el gélido tren.