1972 | Adiós a la simpatía de Paco Marí

Si son seguidores de esta calle de la Memoria con dotes para la observación, se habrán fijado en que muchas veces la fotografía de Kutxateka con que ilustramos el artículo lleva la siguiente firma. «Paco Marí / Fondo Marín».

Paco Marí Blanco no fue fotógrafo de EL DIARIO VASCO sino de 'La Voz de España', y como tal recogió con curiosidad y su cámara la vida social, política, cultural y taurina del San Sebastián de los años 50 y 60.

Nacido en Guadalajara en 1915 y asentado en Madrid, la vida le dio un giro cuando, dicen que durante unos sanfermines, conoció a María Teresa Marín, hija del fotógrafo donostiarra Pascual Marín. Se casaron en 1948 y Paco se trasladó a San Sebastián, como ayudante y pronto heredó el prestigioso estudio fotográfico de su suegro en la calle Garibay. Las cámaras siempre le rodearon, puesto que sus padres, Francisco Marí y Jesusa Blanco, habían sido fotógrafos.

Nos acordamos hoy de Paco Marí al encontrar, en la edición de DV del 21 de mayo de 1972, la esquela de «el señor Don Paco Marí Blanco», fallecido la víspera. El funeral fue en la parroquia de la Sagrada Familia, que la familia vivía en Sancho el Sabio.

Nuestro periódico le dedicó el mismo día un cariñoso artículo, en el que destacaba que «todo simpatía y atención, hombre cordial, comunicativo, contaba con numerosas amistades dentro y fuera de nuestra capital y de la provincia. Paco Marí, si debe su prestigio profesional a su habilidad en el manejo de la cámara fotográfica, con la que dio constantes pruebas de su arte y de su gran sentido periodístico para captar la noticia gráfica, su prestigio personal lo conquistó por su arrolladora simpatía, por su desbordante humanidad».

«Fue el tema de los toros el que hizo famoso a Paco Marí, que no faltaba a las ferias de San Isidro, en Madrid, o 'Sanfermines', en Pamplona, y, por supuesto, en la Semana Grande donostiarra. Su máquina siempre estaba frente a la noticia, ante la vida donostiarra de todo el año, que la captaba con el cariño que él sabía poner en las cosas de la ciudad».

«Entroncado en una familia en la que tuvo por maestro al inolvidable Pascual Marín, supo seguir su escuela y el prestigio de su firma a lo largo de una serie de años, logrando una continuidad que tuvo la resultante del aumento de un crédito profesional».

Aunque trabajara en el periódico de la competencia, 'La Voz de España', en DV no escatimaron elogios hace cincuenta años, cuando nuestros antecesores dirigieron «nuestra oración para el entrañable compañero que se nos ha ido».

«Paco Marí –escribieron en 1972– penetró rápidamente en el alma del pueblo donostiarra y del pueblo vasco, siendo un fervoroso defensor de nuestra ciudad, a la que proyectó dentro y fuera de nuestra patria, con sus acertados trabajos artísticos».

Además de colaborar en 'La Voz de España', Marí publicó sus instantáneas en 'Marca' y a través de las agencias Efe y Associated Press. También fue operador de No-Do y corresponsal de 'Ruedo', donde daba rienda suelta a su pasión por la fotografía taurina. El Festival Internacional de Cine donostiarra le otorgó una Concha de Plata a título póstumo.