1964 | «A los coches extranjeros no se multa en San Sebastián»
La calle de la memoria ·
Cuestionaban que la tolerancia con los conductores foráneos provocaba «un pequeño abuso que conviene cortar»Secciones
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Cuestionaban que la tolerancia con los conductores foráneos provocaba «un pequeño abuso que conviene cortar»«Hace dos días, unos señores llamaron correctamente la atención a un conductor francés por circular en dirección prohibida. La respuesta fue poner en ... velocidad el coche y obligar a apartarse del vehículo a quienes con el mejor deseo de informar y evitar una multa -perdón, a los coches extranjeros no se multa en San Sebastián- trataron de hacer comprender al conductor su error» (DV, 29 de agosto de 1964).
Hacer la vista gorda con los turistas que cometen infracciones de tráfico, comprendiendo que no conocen la ciudad y que nos interesa que se queden contentos, o ser implacables con ellos, sin hacer distingos en la aplicación de la reglamentación, que todos somos iguales ante la ley. Este dilema se ha planteado en distintos ámbitos y en diferentes momentos de la historia de San Sebastián.
En el verano de 1964, hace 55 años pues, los guardias municipales donostiarras estaban con el 'Sonría, por favor' a los conductores foráneos. «A los coches extranjeros no se multa en San Sebastián», aseguraban tajantes en nuestro diario. Aquella política amable parece provocaba situaciones de abuso. Lo leemos en el comentario que publicaba nuestro periódico tal día como hoy, en su edición del 29 de agosto de 1964.
«No vamos a decir que la infracción constituye la tónica en la circulación rodada en nuestra ciudad, pero sí que este año advertimos en coches nacionales y extranjeros una mayor despreocupación en fijarse debidamente en las señales para observarlas en su integridad. En la Parte Vieja hemos visto circular en dirección prohibida en diversas ocasiones, incluso en la calle de Santa Catalina y San Martín, con todo el peligro que acompaña a tal imprudencia».
Parece ser que en 1964 no era nada raro encontrarse con un vehículo circulando en el sentido opuesto al establecido. «También en Urbieta-San Martín, entrando por la Avenida de España, algunos coches, por las razones que fueren, toman la curva para dirigirse al Paseo de los Fueros en dirección prohibida, pues únicamente los coches que vienen del Antiguo y de la Plaza del Centenario hacia la Avenida pueden continuar por la calle de San Martín». (No se líen: los sentidos del tráfico en la ciudad eran diferentes entonces).
Casos como el del conductor francés en dirección prohibida con el que abríamos el artículo aumentaban cierta sensación de que «la tolerancia comienza a ser un pequeño abuso que conviene cortar».
Opinaban nuestros predecesores que «está muy bien que San Sebastián sea una ciudad simpática pero no debe ser tolerante cuando se juega con el tráfico. Baste como ejemplo el que un conductor trate de hacer lo mismo que aquí en un país extranjero. La multa sería acompañada inmediatamente al error por muy involuntario que sea. Una cosa es manejar inmediatamente el talonario de multas y otra el verse desbordado un Cuerpo benemérito y competente pero insuficiente cuando más falta hace a la ciudad que esté completo».
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