Orio rema frente a Cambridge
La máquina del tiempo ·
Viajando a la Gipuzkoa del pasado sin salir de la hemerotecaLa máquina del tiempo ·
Viajando a la Gipuzkoa del pasado sin salir de la hemerotecaEl Velódromo de Anoeta, sin techo. El estadio de Anoeta, pero en versión de 1950. Los remeros de Orio, dando paladas frente a los de Cambridge. Todas estas imágenes veremos hoy en nuestros viajes por la hemeroteca gracias a la máquina del tiempo.
Publicidad
Aterrizamos en ... el 19 de agosto de 1969 y nos sorprendemos con un titular en EL DIARIO VASCO: «Disputadísima regata: Apretado triunfo de Cambridge sobre Orio». Pues sí, la trainera amarilla y no solo Cambridge sino los dos clásicos del remo universitario británico, Oxford y Cambridge, compitieron entonces en las II Regatas Internacionales. Eran otros tiempos. Las tripulaciones británicas no trajeron sus embarcaciones. Orio prestó una a Cambridge y del club Ur-Kirolak procedió la empleada por Oxford.
El año anterior, en la primera edición de aquellas singulares regatas internacionales, Orio se había impuesto por poco. En 1969, el pronóstico estaba abierto: «Unos, aquilatando mucho, dan la victoria, aunque justa, a los 'ocho' de Orio; otros no se atreven a tanto y esperan con ganas que esta tarde se resuelva la incógnita y se ganen o pierdan multitud de apuestas».
El día de la prueba de 'outriggers a ocho', la desembocadura del Oria estaba al pil-pil. En DV contaron que «por la mañana se habían agotado todas las 'txapelas' amarillas». Era el acontecimiento del verano guipuzcoano, del que muchos estuvieron pendientes, en persona o bien por la 'tele', puesto que TVE transmitió la prueba por Eurovisión.
Publicidad
¿Y qué pasó? «El transcurso de los dos mil metros confirmó superando las expectativas de los más exigentes. Lucha entre las tres tripulaciones pero en especial entre Cambridge y Orio, que ya desde los primeros metros del recorrido marchaban en posición privilegiada (…). Maravilloso espectáculo incluso para los no aficionados, pues las embarcaciones no se separaron demasiado en el transcurso del recorrido». Al final, Cambridge sacó a Orio casi cinco segundos de ventaja. «Los aplausos fueron muchos, tantos, o casi tantos, como si hubiera entrado el equipo favorito».
Por cierto, que el mismo día, en la categoría skiff, un jovencito local al que en el diario llamaban Corta (sí, él, José Luis Korta) fue un «digno rival» del campeón olímpico holandés, Jan Wienesse. Contaban que «en los primeros momentos de la prueba la ventaja se produjo favorable al oriotarra, momentos de gran interés para el público y de mucho nerviosismo entre el equipo arbitral, pues durante algunos metros del recorrido Corta navegó por la calle del holandés».
Publicidad
Ya que estamos en el ámbito del deporte, saltamos a otros agostos en que se abrieron instalaciones deportivas en Gipuzkoa. En 1965 encontramos, en la sección 'Sirimiri', el siguiente comentario: «Con motivo de los Campeonatos Mundiales de Ciclismo, son muchas las personas que preguntan dónde está instalado el velódromo de Anoeta. Convendría estudiar la rápida instalación en diversos puntos de la ciudad de señales indicadoras, algunos cartelitos bien trazados que sirvan de orientación».
Aunque hoy se nos haga raro, tenía sentido que no tuvieran claro dónde estaba el Velódromo, apenas abierto unos días antes. Su recinto se inauguró el 21 de agosto de 1965, con los Campeonatos de España de Ciclismo tras Moto, antesala de nada menos que los Campeonatos Mundiales de Ciclismo que se celebraron a continuación, con Guillermo Timoner como estrella.
Publicidad
Posteriormente rebautizado con el nombre de Antonio Elorza, uno de los impulsores de la instalación y de la celebración de los Mundiales aquí, el Velódromo de Anoeta es una obra de arquitectura e ingeniería cuyos autores seguramente no conozcamos, pero que mencionaban en 1965: «La gran obra de Schurmann, magníficamente realizada por ese otro artífice de los recintos deportivos, el vitoriano Lecea...».
Hoy nos resulta llamativo que se abriera como instalación deportiva al aire libre, a cielo descubierto. La cubierta sería instalada posteriormente, en dos fases, en 1973, a tiempo para otro Mundial de Ciclismo Cubierto, y 1975, terminando su remozado en 1977, para el Europeo de Atletismo Indoor.
Publicidad
En nuestro último viaje en el tiempo retrocedemos un poco más, hasta el 22 de agosto de 1950 y nos sorprendemos de encontrarnos con la inauguración del estadio de Anoeta. No del que conocemos de 1993, ni de su reciente remodelación. Sin embargo, también llamaban estadio de Anoeta a la modesta instalación abierta hace setenta años, con una pista de atletismo que rodeaba un campo que fue utilizado para rugby, fútbol y hockey hierba.
Lo levantaron el Ayuntamiento donostiarra, la Diputación y el Frente de Juventudes sobre terrenos propiedad de la Caja de Ahorros Municipal. Aunque no era gran cosa, se presentó entonces como «uno de los primeros de Europa». Acudió a inaugurarlo el mismísimo Franco, con la celebración de las finales de los Campeonatos de Atletismo del Frente de Juventudes de España.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.