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La plaza del Chofre, durante su demolición. ARTURO DELGADO / KUTXATEKA
La calle de la memoria

1973 | ¿Ubicar juntos los recambios del Chofre y Atocha?

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Viernes, 14 de abril 2023, 02:00

Con las corridas de toros de capa caída y la instalación de Illumbe aún más, se hace raro recordar que durante muchos años la carencia de un coso taurino en San Sebastián fuese motivo de debate, preocupación, hasta de vergüenza y de muchos dimes y ... diretes.

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La realidad fue que la plaza de toros del Chofre se demolió en abril de 1974, dentro de una gran operación inmobiliaria que creó el Nuevo Gros; y que hasta la inauguración de Illumbe en agosto de 1998 San Sebastián fue la única capital de provincia española sin plaza de toros. Entre 1974 y 1998, el tema fue redundante y se barajaron muchas ubicaciones y fórmulas, que se fueron frustrando, para desesperación de los aficionados taurinos.

Hasta antes del derribo del Chofre, como era lógico, se dieron pasos para construir un nuevo coso que lo sustituyera. Como también veían los responsables municipales que el campo de fútbol de Atocha necesitaba un relevo (ya sabemos que no le llegaría hasta 1993), hasta llegaron a plantearse la posibilidad de ubicar los nuevos campo de fútbol y plaza de toros juntos, con un gran aparcamiento común para ambas instalaciones.

1973

La plaza de toros del Chofre iba a derribarse un año después. También empezaba a verse la necesidad de un relevo para el campo de Atocha. Así que el Ayuntamiento llegó a plantearse ubicar las nuevas instalaciones juntas, con un parking común

Así lo encontramos reflejado en la edición de EL DIARIO VASCO del 14 de abril de 1973, un año antes del previsto derribo del Chofre...

«Ayer se han iniciado una serie de consultas en la Casa Consistorial –escribían– sobre posibles terrenos donde construir la plaza de toros y el campo de fútbol, bien ambas instalaciones dentro de un polígono, con un aparcamiento de coches capaz de más de tres mil vehículos, que sería lo ideal y lo verdaderamente económico, o bien el coso taurino en un punto y el campo de fútbol, en otro, lo que indudablemente elevaría los costos, por cuanto supone urbanizar, accesos, etc., etc.».

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La idea sonaba sensata pero no sería fácil encontrar en San Sebastián un espacio libre adecuado con tanta amplitud como para albergar los dos equipamientos. Sus proyectos, postergados, seguirían caminos diferentes.

Oficinas y 'olés'

En todo caso, en abril de 1973 se buscaban ubicaciones para una plaza de toros que no llegaría hasta 25 años más tarde.

Según aseguraban entonces, con demasiado optimismo, «los terrenos donde emplazar el coso taurino no parecen tener mayores dificultades. Por lo menos, se estudia hacerlo en el caño de Anoeta, Martutene, Recalde, Loyola, Polígono 22, donde lo sitúa el Plan General de Ordenación, etc.».

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Recordemos que el entonces vacío Polígono 22 era el espacio que más adelante se bautizaría como Riberas de Loiola. Hace cincuenta años planteaba dudas instalar un ruedo allí, «porque si el plan general señala el polígono 22 de carácter administrativo y residencial, no comprendemos lo que pinta una plaza de toros y los ¡olés! junto a oficinas, delegaciones, etc.».

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