Dos guardias civiles escoltan a uno de los menores arrestados. G. C.

«El menor detenido probablemente solo buscaba notoriedad en el grupo»

El experto en seguridad descubrió la dark web con 14 años, la misma edad a la que ha sido arrestado el donostiarra al que se le considera el impulsor de los chats

Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Sábado, 16 de marzo 2024, 01:00

Este hacker guipuzcoano, de nombre ficticio Gorka y que en la actualidad se gana la vida como hacker ético para tratar de garantizar la seguridad de empresas importantes, era ya un consumado informático para cuando se matriculó en la Facultad de Informática de la ... UPV/EHU. Como el supuesto impulsor de estos chats que fueron denunciados el pasado noviembre por dos familias de sendos colegios donostiarras, comenzó a sumergirse en lo más profundo de la web muy joven, «con 14 o 15 años». También 14 años acababa de cumplir el presunto cabecilla de los grupos de WhatsApp denunciados, un donostiarra que fue arrestado en una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional que supuso la detención de otros diez menores en todo el Estado y una persona adulta también de Donostia que sin embargo no está investigada.

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Tal vez como este donostiarra de 14 años que se encuentra en libertad con medidas cautelares, Gorka se inició en la dark web «por curiosidad, por ir viendo qué te encontrabas», asegura. Y desde esa perspectiva, rompe una débil lanza en favor del chico en cuestión, a quien no considera que «buscara un beneficio económico» sino simplemente «ganar notoriedad entre su entorno, o en el mismo grupo. Demostrar 'mira de lo que soy capaz'». De hecho, y al contrario que los ciberdelincuentes, no se cubrió lo más mínimo sus espaldas. «Desde el momento en el que compartes algo en WhatsApp o cualquier red social, dejas un rastro que te van a poder localizar enseguida», observa el hacker. «Si el chico entró con la WiFi de la casa de sus padres y comparte los contenidos en una red con su IP, está claro que le van a descubrir. Quien tiene una finalidad más maligna o pretende un beneficio económico, toma otras precauciones».

Esto no resta gravedad al delito. Los investigadores calificaron de «tremendo» el material compartido entre los menores, «auténticas barbaridades, con abusos sexuales incluso a bebés». El hacker hace hincapié en que para hacer algo así, «no se necesitan grandes conocimientos informáticos». Casi cualquiera con unas mínimas nociones puedo hacerlo encerrado en su habitación de la casa familiar.

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