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No tiene el Tambor de Oro, ni una calle con su nombre en Donostia. Para la gran mayoría es un gran desconocido, pese a ser el padre de la mayor revolución en la movilidad que ha vivido Madrid. El Metro de la capital de España podrá soplar hoy sus cien velas gracias al carácter visionario del donostiarra Miguel Otamendi. «Si mi tío estuviese vivo, observase el crecimiento de la ciudad, los problemas de movilidad y de tráfico en el área metropolitana, apostaría por la construcción del de Donostia», asegura Javier Otamendi, descendiente del fundador del suburbano madrileño y trabajador de la compañía durante cuarenta y seis años.
«En 1910 Madrid continuaba con su imparable desarrollo urbanístico, las calles eran un caos circulatorio y los atropellos estaban a la orden del día», explica Juanjo Olaizola, director del Museo Vasco del Ferrocarril. Ante esta situación caótica el ingeniero donostiarra presentó el proyecto de ferrocarril suburbano al ministerio de obras públicas. Miguel Otamendi tuvo la oportunidad de asistir a la inauguración del Metro de Nueva York en 1904 y desde ese momento intuyó que esa era la solución para el problema de movilidad en Madrid.
«Una vez obtenida la concesión, constituyó la Compañía del Ferrocarril Metropolitano de Alfonso XIII con sus amigos Carlos Mendoza y Antonio González Echarte, con un capital social de ocho millones de pesetas, de los que el monarca aportó uno», indica el historiador. Las obras comenzaron en julio de 1917 y finalizaron veintisiete meses después. «La empresa vasca Hormaeche y Compañía ejecutó los trabajos en los que participaron más de 2.000 obreros», destaca Olaizola. Para la excavación de los túneles se utilizó el 'método belga' que consiste en realizar la excavación abriendo una pequeña galería en clave del túnel para ir ensanchándola poco a poco, hasta permitir hormigonar toda la bóveda. Aquel donostiarra fue el líder técnico del proyecto y se convirtió en director general del Metro de Madrid. «Una infraestructura que fue pensada a muy largo plazo y que en la actualidad cuenta con 300 kilómetros de vías», destaca Javier Otamendi.
Hoy hace cien años se inauguró la primera línea de Metro que unía la Puerta del Sol con el barrio obrero de Cuatro Caminos. 3,5 kilómetros de vías subterráneas por las que circulaban trenes eléctricos construidos en un primer momento por la empresa Carde y Escoriaza y a partir de 1936, fabricados en la CAF de Beasain. El rey Alfonso XIII fue el primer viajero del Metro que ese primer día utilizaron más de 56.220 personas. El billete de ida y vuelta costaba 20 céntimos.
Londres fue la primera ciudad del mundo en inaugurar su línea de Metro en 1863. El ingeniero Werner Von Siemens presentó el primer tren eléctrico en Berlín en 1879. «Desapareció el inconveniente del humo en los túneles y comenzaron a construirse metros», señala Olaizola. A partir de entonces llegó a Budapest, París, Boston, Berlín y se espera que Donostia entre a engrosar esta larga lista en 2022.
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José Mari López e Ion M. Taus | San Sebastián
Miguel González y Javier Bienzobas (Gráficos) | San Sebastián
Javier Bienzobas (Texto y Gráficos) | San Sebastián
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