Lunes, 21 de diciembre 2020, 06:30
Las navidades ya están aquí. Hoy dan comienzo de manera oficial estas fiestas, con el día de Santo Tomás. Pero lejos de encontrar centenares de puestos de chistorra y sidra repartidos por las calles guipuzcoanas, la feria se traslada a los hogares tras haberse suspendido esta cita navideña que cada año congrega a cientos de personas en las calles.
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Las instituciones vascas lo han tenido claro desde el inicio de la segunda ola de la pandemia y este tipo actos multitudinarios continúa marcado en rojo como una de las prácticas a evitar a toda costa. De ahí que los ayuntamientos, las tres diputaciones y el Gobierno Vasco los hayan ido suspendiendo uno a uno para evitar cualquier posible foco de contagio y mantener a raya la propagación del virus. Ni Santo Tomás, ni cabalgata de Reyes ni Olentzero, cotillones, Tamborrada, carnavales... La escalada de cancelaciones que comenzó en el verano de las 'no fiestas' continuó en otoño, y de cara a las celebraciones propias del invierno no será diferente.
En su lugar, se han promovido alternativas vía internet o actos en recintos cerrados para intentar mantener viva la ilusión, sobre todo de los más pequeños. El coronavirus lo ha puesto complicado, pero finalmente se ha decidido disponer de dos grandes recintos -Illunbe y el Teatro Principal- para que varias sesiones con el aforo limitado permitan ver a sus Majestades de Oriente y al Olentzero y Mari Domingi. No habrá desfile de carrozas pero al menos cerca de 2.000 niños podrán saludar a estos personajes.
El mercado navideño del paseo de Francia también se ha tenido que adaptar a los tiempos del Covid-19, con la mitad de los puestos previstos para evitar aglomeraciones.
La cancelación de la Tamborrada 2021 fue una noticia tan triste como esperada por los donostiarras. No habrá redoble de tambores ni para los adultos ni para los más pequeños. No obstante, se tratará de diseñar algún acto simbólico alternativo que impida que el 20 de enero pase sin pena ni gloria, aunque las fórmulas que se vayan a proponer y trabajar conjuntamente con los participantes tendrán que cumplir con las condiciones sanitarias establecidas.
Tampoco pilló a nadie por sorpresa la supresión de los carnavales de Tolosa, aunque no por ello el anuncio fue acogido con tristeza y resignación por los tolosarras. A pesar de que las circunstancias sanitarias limitan las celebraciones tradicionales propias de esta época del año, al menos los hogares podrán impregnarse de calor y color.
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