El padre Ángel y sus mensajeros

El padre Ángel, fundador de la oenegé Mensajeros de la Paz, ha recordado antes del inicio de la liturgia todos los años que el obispo Prado estuvo celebrando misa en la parroquia ubicada en el centro de la capital madrileña y que suele tener sus puertas abiertas día y noche para acoger a los más desfavorecidos. «El de hoy es un día especial para nosotros también y hemos querido venir aquí a celebrarlo», ha comentado respecto al grupo que se había trasladado en autobús, en el que también había personas 'sin hogar'. «También queremos celebrar que hoy es el cumpleaños del Papa», ha añadido. Antes del acto de ordenación, este grupo de feligreses tuvo tiempo para visitar la Parte Vieja y asomarse a La Concha, «porque algunos no habían visto nunca el mar», ha explicado el sacerdote.

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El padre Ángel ha asegurado que con el nuevo obispo de San Sebastián la Iglesia «va a estar mucho en la calle». «El Papa nos dice a los curas y a los obispos que hay que callejear mucho; que hay que abrir las puertas de las iglesias, pero que hay que salir a la calle. El padre Fernando nos ha dicho muchas veces cuando predicaba en la iglesia de San Antón que hay que callejear», ha insistido. Además, ha subrayado que el nuevo prelado lleva en su espíritu el acercarse a los jóvenes y al pueblo. «Él es del pueblo y va a salir al pueblo, y a pastorear. Lo más importante es evangelizar, lo que no significa solo rezar y decir Padres Nuestros, sino estar cerca de la gente. Va a estar con todo el pueblo».

Entre el grupo llegado desde Madrid recordaban con mucho cariño los años que el obispo Fernando fue su párroco. «Es una persona cercana, amiga de los pobres, daba los desayunos todos los fines de semana. Es muy cariñoso», han relatado. La noticia de su ordenación supuso una «gran alegría» para ellos, «era algo que esperábamos y toda la gente de San Antón se puso muy contenta». Entre la expedición había un importante número de personas necesitadas a las que el obispo ayudó en Madrid. «Estaba mucho con ellos, no solo daba la misa, se acercaba mucho a la gente que realmente lo necesita. Esperamos que no se le olvide ser un párroco de la calle».