Entre la defensa para hacer de barrera al virus a las dudas sobre su eficacia

Pilar Mendia, secretaria provincial de Satse en Gipuzkoa, es clara respecto a pedir el pase covid para visitas a centros sanitarios: «No le veo la efectividad que le ve el lehendakari al pasaporte Covid para no contagiar a las personas. Yo puedo tener las tres vacunas puestas, tener el pasaporte Covid en regla y estar infectada».

Manuel García Bengoechea, presidente del Colegio de Médicos de Gipuzkoa, señala que pedir el pasaporte covid a las visitas a pacientes ingresados en hospitales «es un planteamiento a primera vista lógico para proteger a las personas ingresadas». Sin embargo, «todavía no se ha corregido que en las residencias se pida el pasaporte o se pide una certificación de vacunación a las visitas y sin embargo haya personal que no está vacunado, lo cual no lo deja de ser una contradicción. En los hospitales podría suceder algo parecido».

Kino Martínez, gerente de la Asociación de Hosteleros Gipuzkoa recuerda que «nosotros ya habíamos dicho que para hacerlo efectivo (el pasaporte Covid) se tenía que expandir a otros ámbitos». Ahora bien, considera que «no creemos que sea necesario aplicarlo a bares donde el tiempo de estancia es inferior y desde el punto de vista operativo es complicado». Por otro lado, después del anuncio de Urkullu, Kino advierte que «quedan muchos espacios donde se podría exigir el pase». Entre ellos, pone el foco en «ámbitos donde el público objetivo es joven y su tasa de vacunación es inferior, como eventos deportivos o culturales». También comenta que «echamos en falta que se solicite en comedores de empresas donde los comensales se sientan y se quitan la mascarilla».

«Creemos que hacer extensivo el uso del pasaporte covid a las visitas de las residencias es positivo. La vacuna ha demostrado ser eficaz ante el virus, también en el colectivo más vulnerable, que es el de las personas mayores. En las residencias el 96% de las personas usuarias están vacunadas ya con la tercera dosis, pero el virus sigue entre nosotros, por lo que seguimos alerta y profundizando en la prevención. Las residencias son espacios abiertos y conectados con la comunidad, con visitas, entradas y salidas, y pedir el pasaporte covid, junto a las medidas básicas de protección, conforma una barrera más para frenar la entrada del virus a los centros». Mientras tanto, las residencias de Gipuzkoa siguen sumando positivos. Los últimos notificados fueron dos usuarios de Txindoki, en Lazkao, el pasado jueves, y ya son nueve los mayores de residencias enfermos de coronavirus, repartidos en cinco recursos (Txindoki en Lazkao, Cruz Roja Donostia, Anaka Irun, San José de la Montaña en Donostia y San Andrés en Eibar).

David Ramos dirige el gimnasio OnBide, en el barrio de Amara de Donostia. Si bien es consciente de que «cualquier medida restrictiva supone una traba para levantar cabeza», reconoce que «si el pasaporte Covid se aplica en hostelería, se debería aplicar a todos los sectores. No tiene sentido que se exija en unos sitios y en otros no». David advierte que en su gimnasio «el 99% de los clientes están vacunados», por lo que tener que exigir el pase, dejaría a un pequeño porcentaje de sus usuarios fuera, por lo que «en mayor o menor medida nos afectaría».